En este segundo capítulo, veremos algunos de los impactos negativos del turismo. Pues a medida que los diferentes países y regiones del mundo desarrollan su industria turística, se producen impactos en los recursos naturales, entre los patrones de consumo, la contaminación y los sistemas sociales:
- 10.000 personas llegan cada día a la Riviera Maya, un destino que no tiene un sistema de reciclaje implantado
- El mundo occidental, con un 17% de la población del mundo, consume un 52% de la energía global.
- Un europeo consume 14 veces más energía que un habitante de la India
- El número de coches en circulación superaron 1 billón en 2010. Hoy existen 1,2 billones y llegarán a 2 billones en 2035.
- Algunas especies de animales o plantas desaparecen a la velocidad de una cada 3 minutos.
- En 2050 el cambio climático conducirá a la extinción del 30% de las especies, la muerte del 90% de los arrecifes de coral y la pérdida de la mitad de la selva Amazónica.
- Desde 1970 un tercio de la naturaleza del mundo ha sido destruida por la actividad humana.
- En los hogares de Canada se gasta una media de 500 litros de agua por mes, en el pueblo de un país subdesarrollado se utilizan 500 litros de agua por mes y en un hotel de lujo los clientes pueden llegar a consumir 1.800 litros de agua por noche.
- El agua del mar se espera que se eleve en 70 cm en los próximos 10 años
- En 2016 se batió el record de calentamiento global.
Y así podríamos seguir enumerando la repercusión que puede tener el turismo en el medioambiente y en nuestro planeta. La necesidad de planificación de un turismo cada vez más sostenible es indispensable para que la industria pueda sobrevivir y para evitar destruir nuestro entorno. Estos son otros de los cuatro países que incorporan la sostenibilidad entre sus planes de gobierno:
La ciudad perdida, Colombia
Deambular por la ciudad perdida significa poder visitar un antiguo lugar arqueológico en la región de la montaña de Sierra Nevada del norte de Colombia. Fue construida por la comunidad Tayrona y se remonta, aproximadamente, al año 800 antes de Cristo (más antigua que Machu Pichu). Solamente se puede acceder a pie.
Debido al largo camino y difícil acceso, no es un destino que sufra de masificación turística. Sin embargo, la ruta atraviesa tierras indígenas, así que es importante elegir un tour operador de La Ciudad Perdida que respete los deseos de los Wiwa y los Kogi que viven en esta región. Es incluso posible elegir un guía turístico que sea miembro de la comunidad Wiwa, por ejemplo, contratando a G Adventures puedes participar en una expedición más remota que conduce a la comunidad Wiwa, donde podrás disfrutar de un almuerzo con ellos.
El tiempo que pasas en esta parte del mundo, apoya a la cocina local de esta comunidad, en la que los locales son entrenados en hospitalidad (muchos de los hombres son entrenados para ser guías de excursiones) y donde los viajeros pueden llegar a comprender a estas remotas comunidades y la lucha a la que se enfrentan cuando tratan de encontrar un balance entre el turismo y la preservación de las tradiciones.
Bhutan
El reino de Bhutan opera en un modelo de turismo de “alto valor y bajo impacto”. Con requerimientos de entrada muy estrictos, aquellos viajeros que van a Bhutan deben hacerlo con tour operadores certificados que se encargarán de todos los preparativos del viaje mientras estén en el país. Los turistas llegan a través de Druk Air, que ofrece un número limitado de vuelos desde pocas ciudades de Asia.
Todos los visitantes deben pagar una tarifa diaria a partir de 200 dólares por día en temporada baja. Sin embargo, la tarifa diaria incluye los gastos más necesarios durante el viaje, incluyendo la estancia en un hotel de 3 estrellas, todas las comidas, un guía turístico de Buthan certificado, transporte y equipamiento para las caminatas o excursiones. Solamente los upgrades a otros hoteles o actividades adicionales tienen un coste extra. 65 dólares de esta tarifa se considera canon de “turismo sostenible”, el cual se utiliza para la sanidad y educación gratuita del país. También se emplea para la construcción de infraestructura turística.
Este enfoque único hacia el turismo fue implementado para frenar la entrada masiva de turistas y mantener un turismo sostenible.
Noruega
“Noruega está empoderada por la naturaleza” (Norway is powered by nature). Este es el eslogan de turismo de Noruega, país que está en el ranking de los mejores países para vivir.
Además, según el reporte de felicidad mundial de las Nacionales Unidas, Noruega fue votada en 2017 como uno de los países más felices en el mundo. Esto hace que sea una elección obvia que sea uno de los destinos más sostenibles. Los habitantes de Noruega consideran que la conservación del medioambiente es una responsabilidad que debe ser compartida por toda la comunidad, incluyendo la industria turística.
En el 2007, el gobierno de Noruega introdujo “Noruega sostenible 2015”, para incrementar el conocimiento sobre turismo sostenible, el medioambiente, las comunidades locales y los problemas sociales.
“Innovation Norway” juega un papel fundamental en los esfuerzos por la sostenibilidad en el país, haciendo que las empresas piensen y actúen de una forma más sostenible. Bajo la guía de “Innovation Norway”, varios destinos turísticos Noruegos como Røros, Lærdal, Vega, Geilo, Trysil, Setesdal, Inderøy y Svalbard han sido certificados como sostenibles.
Finlandia
Los títulos oficiales “The Nordic Swan” o “The Nordic Ecolabel” han sido otorgados a 40 hoteles en Finlandia. “The Nordic Swan” garantiza que el hotel reúne los estándares más altos de sostenibilidad.
La certificación global “Green Key” que ha sido otorgada a 20 hoteles finlandeses, garantiza que se trata de un hotel respetuoso con el medioambiente.
Además de hoteles sostenibles, la compañía finlandesa ferroviaria VR Group lleva a cabo acciones sostenibles con el medioambiente. Se sabe que los trenes son una forma de transporte más verde ya que producen menos emisiones y utilizan menos energía que otras formas de transporte.