Alguna vez te has preguntado los recuerdos que te trae la moda o, mejor dicho, ¿las prendas que forman parte de “tu moda”?
Mas allá de una sensación agradable cuando las adquieres, o del disfrute de una prenda que te encanta, o la sensación del contacto con tu piel de algunas prendas… más allá de todo esto, esas prendas generan emociones, recuerdos, vínculos, experiencias… la moda genera momentos que se quedan en la memoria, como aquellos zapatos que a pesar de su uso nunca se rompieron, y eran de cuando… (seguro que ahora te estás acordando de algunos).
Ese vestido que era una obra de arte, y que buscaste hasta encontrarlo porque era para una ocasión muy especial, tanto que todavía recuerdas… (y quizás ahora, está viniendo a tu memoria).
Aquel bolso que tardaste en encontrar, pero querías una inversión a largo plazo, un básico de esos muy cómodos que utilizabas a menudo, que lo usaste hasta que te cansaste y ni siquiera se rompió, porque era un súper bolso… (y lo mismo ahora lo sigues usando).
El vestido que te compraste en esas vacaciones que se convirtió en tu prenda favorita durante unos cuantos veranos, o el que te hicieron para la fiesta del instituto o de la universidad, que fue hecho a medida, o quizás el de tu boda que te acompañó en uno de los momentos más importantes de tu vida (puede ser que alguna imagen que venga a tu mente, te haga revivir alguno de esos momentos).
“La moda en esencia, es algo más que consumir y consumir”
Esos pantalones de tu madre o de tu hermano, que te estaban enormes, pero que parecían nuevos y no veías la manera de reutilizarlos, y tu querías ponértelos a toda costa, porque te hacían sentir mayor, o más joven porque se llevaban las cosas 8 tallas más grandes que la tuya… o quizás esos otros, con los que te veías más alta o más estilizada (claro que eso solo lo veías tú…), pero esa sensación era “lo más”.
Pues así podemos seguir y seguir, las prendas, esas especiales, que no compraste sin pensar, sino con una intención concreta y un deseo pensado, o las que compraste porque fue amor a primera vista, o aquellas que reciclaste porque eran de calidad, de tu madre, de una amiga, de una tía… tienen recuerdos, y los recuerdos emociones.
Y cuando esto sucede, no se trata de consumo de moda, sino de algo más, y es que eso es la moda en esencia, es algo más que consumir y consumir. Es comprar con el corazón y con la cabeza. Es hacer un consumo responsable y consciente, además de apasionado cuando se trata de prendas o accesorios que, en algunos casos, nos acompañan en momentos puntuales de nuestra vida, y en otros nos acompañarán una parte importante del viaje.
La forma de consumir la moda indica cómo la entendemos, como un arte, como mero consumo, como una herramienta superficial, como simple supervivencia, porque no podemos ir desnudos por la calle, como una manera de expresarte, y un largo etcétera de opciones diferentes.
Y según nuestra particular manera de entender la moda, tomamos decisiones que implican un consumo más o menos responsable, pero que a fin de cuentas siempre, tiene una emoción, y es que las prendas hablan, cuentas historias, traen recuerdos y por supuesto, generan emociones
Y si no, haz el ejercicio…
Me encanta…. Tendré q pasarme más veces oir aquí