Greta Thunberg es el ejemplo más claro del compromiso con el medioambiente y de lucha contra el cambio climático. Esta adolescente sueca, promovió una “huelga escolar por el clima” a la que se unieron miles de adolescentes. El Fridays for Future se ha convertido en un movimiento global de huelgas escolares en protesta contra la falta de acción de los líderes mundiales para frenar el calentamiento global.
Durante la Cumbre del Clima de 2018, sus tres minutos de discurso se convirtieron en un momento que se hizo viral en las redes sociales. Probablemente esta ceremonia hubiese sido ignorada por muchos de no haber sido por su intervención.
“Greta ha llevado sus protestas hasta el Comité de los Derechos del niño presentando una queja respaldada por niños de 12 países”
Greta en su discurso, decía: “Nuestra civilización está siendo sacrificada para que unos pocos tengan la oportunidad de seguir haciendo grandes cantidades de dinero”, explicaba la joven en esos minutos en los que dejó boquiabiertos a todos. “Hasta que no empecéis a focalizaros en lo que es necesario hacer, en vez de lo que es políticamente posible, no habrá esperanza”, proseguía.
Ha llevado sus protestas hasta el Comité de los Derechos del niño presentando una queja respaldada por niños de 12 países, y así reivindicar la falta de acciones gubernamentales ante la crisis climática, alegando que el fracaso de los Estados miembros, a la hora de abordar la crisis climática, constituye una violación de los derechos de la infancia. Instan a este organismo a ordenar a los países que tomen medidas para proteger a los niños frente a los efectos devastadores del cambio climático.
“Dentro de unos años habrá partes del planeta inhabitables porque no estamos tomando en serio la amenaza que todo esto supone para el ser humano”
Estamos agotando los recursos de la tierra, dentro de unos años habrá partes del planeta inhabitables porque no estamos tomando en serio la amenaza que todo esto supone para el ser humano. Estamos modificando el clima y los efectos serán sufridos por ellos, niños y adolescentes como Greta. Su herencia será un planeta agotado, una “tierra invernadero”, llamado así por los científicos, donde habrá desastres naturales que les afectarán seriamente.
Este enfado debería ser colectivo, algo intrínseco a la sociedad actual pero parece que esto no va con nosotros porque no estamos movilizándonos como deberíamos, no estamos haciendo lo suficiente.
Faltan políticas y regulaciones lo bastante contundentes para conseguir frenar el cambio porque los efectos a largo plazo serán catastróficos. Las medidas deberían incluir sanciones a los países que como EEUU han solicitado retirarse del Acuerdo de París para no tener que cumplir con las medidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Dentro de un año, en 2020 saldrán oficialmente de este acuerdo, representando la crueldad más absoluta para las futuras generaciones.
“Quizás si todos entendiésemos, tal y como hace Greta Thunberg, que lo que está en peligro es nuestro planeta y no tenemos otro en el que poder vivir”
Quizás los líderes mundiales, los que si tienen poder para poner solución a todo esto, tengan una “opción B” algo poco probable. Quizás si todos entendiésemos, tal y como hace Greta Thunberg, que lo que está en peligro es nuestro planeta y no tenemos otro en el que poder vivir, veríamos que esto es tan serio como para luchar por ello.