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“Se te va a pasar el arroz”

arroz

Después de cumplir 29 años, decidí mudarme de país, hacer un cambio que obedecía a inquietudes del espíritu. Voy a pasar por alto lo que significa estar lejos de casa y voy contarles que en las primeras conversaciones con compañeros de trabajo y conocidos eran imprescindibles las preguntas sobre la situación sentimental y civil pero una de estas charlas llamó mi atención. Una mujer, 40 y pico de años, me miró, me preguntó si tenía hijos, le dije que no. Con expresión de angustia y advertencia, sin desviar la mirada , sentenció la frase estúpida que es el tema de este artículo: “Se te va a pasar el arroz”. De inmediato imaginé que era una olla con agua hirviendo dentro y que si no hacía algo pronto, todo explotaría o en el peor de los casos, el arroz que nadaba en el agua se pasaría y arruinaría la cena, situación a la que estoy acostumbrada porque nunca me gustó cocinar. 

Escuché varias veces esta amenaza, dirigida a mi y a otras mujeres, y estoy convencida: se debe dinamitar. Sin embargo, antes de comprar los explosivos, decidí contar con una perspectiva médica ya que claramente advierte que con el paso de los años, la capacidad de reproducción se ve afectada. Julia Pasquale, tocoginecóloga, afirma que la frase hace mención a un  proceso natural que atravesamos todas las personas independientemente de nuestro sexo biológico, género y orientación sexual: a medida que pasan los años, la fertilidad disminuye. La dificultad es que no menciona la “posibilidad de la pérdida de la fertilidad” como una problemática social si no que es despectiva y actúa con menosprecio, especialmente hacia las mujeres. Pasquale explica que los cambios en la mapaternidad deben observarse no solo desde lo biólogico sino tambien desde lo social y cultural y son, precisamente, estos motivos socioculturales (económicos, laborales, acádemicos) los que generan la disminución de fertilidad, en tanto al postergar la maternidad, se genera la pérdida de reserva ovárica por de parte de las personas de sexo biológico femenino y disminución de calidad espermatíca en las personas de sexo masculino. “La disminución de nuestra fertilidad es una problemática social que afecta no solo a mujeres si no a todos las personas y actualmente afecta principalmente al sector social de mayor ingreso enconómico” concluye. 

Ok, esta claro que “se te va a pasar el arroz” significa una presión más para las mujeres, un palito más, un dañito más, un miedito más, un prejuicio más pero no arroja luz sobre la contrariedad que atraviesa la maternidad. Decidí contar con una perspectiva sociológica para reforzar la idea de la dinamita. Noelia Garcia, socióloga, reflexiona sobre la eterna y nada natural asociación  de la mujer como ámbito natural la cocina y la maternidad. En este sentido, dice que las frases  del sentido común afirman estados sociales que pueden resultar estancados y prejuiciosos, razón por la cual se naturalizan y se convierten en bromas. El problema aparece cuando se pronuncian para tener injerencia en la vida o en las decisiones de una persona identificada con el genero femenino. “Tenemos una vida que vivimos de la mejor manera posible y eso significa para las personas con capacidad de gestar decidir cuándo, cómo, si sí o si no vamos a maternar, lo que subyace es la voluntad personal, la decision sobre nuestros cuerpos” aclara.

Recuerdo un pasaje del reconocido libro “Teoría King Kong”, de Virginie Despentes, en el que afirma que la propaganda “promaternidad” es martilleante y tiene dos obligaciones contrapuestas: lo maravilloso y la realización personal que significa tener un hijo pero en una sociedad decadente en la que el trabajo asalariado no está garantizado, menos a las mujeres. “Sin niños la alegría femenina no existe, pero criar a los niños en condiciones decentes es casi imposible. Es necesario que las mujeres sientan que han fracasado” anuncia. 

“El ideal materno oscila entre la madre sacrificada, al servicio de la familia y las criaturas, y la superwoman capaz de llegar a todo compaginando trabajo y crianza” son las primeras lineas del libro “Mama desobediente. Una mirada feminista a la maternidad”de Esther Vivas. Hagamos foco en el segundo ideal, imagino una mujer que quiere trabajar, desarrollar una profesión, tener su propio dinero, su independencia y también desea ser madre, todo esto en medio de un mundo en crisis. Ah, por favor no olvidar el factor de concepcion del niño: si será madre soltera, si debe recurrir a algún tipo de reproducción asistida, si tiene pareja, en caso de tener, si el deseo es compartido. Ah!! Ojo con el tiempo que se pasa el arroz, como si todo lo anterior fuera poco. 

“Se te va a pasar el arroz” es una frase archiconocida cargada de prejuicios y presiones hacía la mujer, pensada y escrita para ella, si bien alude a un proceso natural (con los años, la fertilidad disminuye) su pronunciamiento no aporta nada a quien es capaz de gestar, ya que esta es consciente del mencionado cambio. Es importante comprender y aceptar que la maternidad debe ser deseada y que incluso ese deseo, se ve atravesado por un entorno sociocultural que determina si es posible o no llevarlo adelante. Esta advertencia culinaria todavía se escucha, se usa, se dice por lo tanto es necesario que reflexionemos y dialoguemos sobre estos prejuicios para que se derritan, se evaporen o dinamiten pero que no existan más.

Cristela Falcone

Italo argentina, viviendo en Madrid. Comunicadora social y actriz. Guerrera y no princesa.

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