Una fuerte crisis sacudió mi cabeza cuando apenas tenía 16 años. Ha decidido no abandonarme desde entonces. Mi cuerpo estaba experimentando cambios que ni siquiera yo podía comprender. —¿Qúe me pasa? —Me preguntaba cada mañana y cada noche. Lo recuerdo como si pudiera masticar las sensaciones, oler la tristeza y palpar la rabia. Pero —¿qué…
Redactoras