Durante los años sumados en el calendario de mi vida he logrado aprender cosas interesantes, quiero hablarles sobre algunas de ellas que son buenas, locas, y tal vez, no tan positivas.
“La soledad en su mejor expresión te permite ser tú mismo sin limitaciones, y eso te hace fuerte”
Soledad. Esta palabra es un conjunto de letras que solía, bueno que aún, puede darme ansiedad, analizar que a pesar de conocer a más personas de las que puedes recordar, en los momentos reales tienes muy pocas y en algunas ocasiones ninguna a quien recurrir. La soledad suele generar varios efectos, entre los mejores de ellos, está la oportunidad de hacer lo que tu realmente quieres sin importar si a alguien le molesta o no. En soledad puedes decidir nutrirte, dedicar tiempo a tus hobbies, a crecer a construirte, aprender un idioma, mejorar tus habilidades de baile, incrementar tus ideas comiendo un libro tras otro, inventar lo que deseas poseer, etc. La soledad en su mejor expresión te permite ser tú mismo sin limitaciones, y eso te hace fuerte. Pero esta condición también puede hacerte dudar, dudar sobre el lugar en el que te encuentras por las decisiones que has tomado, te das cuenta que con el tiempo se vuelve más y más difícil compartir con las personas. Sueles encontrar una buena cantidad de ellas heridas, cansadas o decididas a que no vale la pena el esfuerzo por conocer, por introducirse en un mundo en el que se vive de a dos. Y te das cuenta que la verdad es que la soledad no es mala, sentirse solo sí lo es y en ese punto es donde debes trabajar, porque realmente nadie desea llegar al final del día sin una compañía para hablar, para conversar, para reír.
Sueños. Al inicio cuando comienzas a crecer, todo es un sueño: sueñas con un buen trabajo; sueñas con viajar; con una vida que te motive; sueñas con experiencias y alegrías; sueñas con sentirte bien. El tiempo pasa y te das cuenta que los sueños no son malos, pero no son fáciles de alcanzar. Entiendes que el sueño motiva, pero puede frustrar, cumplirlos no es algo que se logra solo con pensarlo, hay que trabajarlos y pelearlos, y caerte tantas veces sean necesarias porque lo bueno siempre valdrá la pena, ¿no? Los sueños te dan energías, pero te drenan de paz cuando no se consiguen y entonces puedes caer en el error de decidir que soñar no vale la pena, que mejor vives el día a día y vas tomando lo que te deja la vida al acabar cada noche en tu cama nuevamente.
“En algunos momentos he llegado a pensar que ser feliz no es posible, pelear por esta emoción me ha llevado a ser más fuerte”
Felicidad. Este es el más peligroso de todos, siempre recordare que cuando era pequeña me preguntaban como es de lo más normal “ ¿qué quieres ser cuando crezcas?” A diferencia de mis compañeros de escuela o amigos yo no basaba mi respuesta en una profesión o en un estatus, mi respuesta siempre fue “ ser feliz” y debo confesar que he pasado la mayor parte de mi vida caminando hacia ese objetivo, he decidido ser única y autentica porque me parecía que la felicidad se escondía en esos detalles, y de una u otra forma he aprendido que lo que se hace de corazón, puede darte felicidad. No he reparado mucho en lo que otros digan de mí, se ha creado una armadura lo suficientemente eficiente como para no dejar algunas cosas pasar, y me robo el aire que respiro todos los días convencida que lo merezco y que soy imparable. Pero lo cierto es que, tras años en esta posición me he desgastado, y en algunos momentos he llegado a pensar que ser feliz no es posible, pelear por esta emoción me ha llevado a ser más fuerte, pero a veces eso ya no es lo que quieres, prefieres paz y en esta segunda palabra me he basado últimamente. Aunque es lo más lógico del mundo la verdad es que la felicidad es un estado poco común, no es permanente pues nadie es feliz el 100% del tiempo e intentarlo te pasa grandes facturas. Entonces ahora estoy en el proceso de cambiar felicidad por paz, y no es una paz mediocre o vacía o sin sentido, es una paz honesta. No tengo en mis manos lo que quiero, pero sé que no es el fin de algo si no el principio de una serie de acciones para lograrlo. La felicidad viene, cuando logras olvidar que eso es lo que más quieres y avanzas por el camino sin frustrarte por lo todo lo que aún te falta por conseguir.
“Ser diferente implica problemas, implica malas interpretaciones”
Normalidad. Ser diferentes es el deseo mas común de todos. Cada uno de nosotros desea ser recordado, admirado, esperado, querido, amado. Todos queremos sobresalir, que se nos identifique en una mar de personas, sentir que tenemos un propósito más allá del mero existir. Pero para ser sincero no es fácil, ser diferente implica problemas, implica malas interpretaciones, implica ahogarte en tus emociones, implica querer salir corriendo, implica confusión, implica quedarte sin ideas, implica enojos, implica vacío. No se equivoquen, muchas veces la búsqueda no se hace con una intención consiente solo comienzan a ser reflejos de una manera de pensar.
Miedo. Aquí comenzamos a entrar en arenas movedizas, el miedo generalmente sucede cuando no sabes qué pasará después, cuando tienes una decisión que tomar y no sabes con certeza discernir qué pasaría si tomas un camino u otro, el miedo puede detenerte, puede estancarte, pero si lo logras rodear el miedo te empuja. Pelear con el miedo me ha llevado a conocer más de mi, pelear con el miedo me ha permitido conocer personas increíbles, y claro más de una que no valió tanto la pena, pero que dejaron algo en mí.
“El miedo solo está en tu mente, el miedo no es real, pero es fuerte”
En conclusión sigo siendo un producto en proceso, sigo queriendo aprender y entender lo que me cuesta comprender, los años y las experiencias ayudan increíblemente, mi filosofía es ahora “ábrete y deja que la vida te sorprenda” porque eso es lo único que tengo cierto, la vida tiene una manera muy singular de darte cosas, quitarte cosas y moverte de un lado a otro, yo puedo dar fe que si te dejas la vida te toma de la mano y te hace cruzar caminos que nunca creíste fueran posibles. Si aplicas este proceso particular y profundo de adentrarte en tu mente, en tus recuerdos, descubrirás que es posible. Como es mi caso, que estés en un espacio que nunca creíste llegar, ves a ambos lados y no reconoces muy bien dónde estás, pero la verdad es que eso no importa, lo que importa es que llegaste aquí y eso es lo que tienes ahora.
Construirte es lo más importante, amarte en el proceso es indispensable y poner la esperanza en tus propias capacidades más que en las de otros es una sana forma de vivir sin tanta frustración. Al final, como dice una canción por ahí “no estoy tan sola” me tengo y como no puedo quedarme inerte como un péndulo, debes obligarte a sonreír, a reconocer tus limitaciones, eres todo lo que sueñas, no dejes que tus miedos te definan, aunque no lo veas todavía.