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Marie Kondo: pongamos orden

Marie Kondo

Seguro que has escuchado hablar de Marie Kondo y su popular método
Konmari para ordenar y deshacernos de lo innecesario
. Una buena amiga
aficionada a sus teorías me introdujo hace años el concepto y me pareció muy
acertado, teniendo en cuenta que vivimos en una sociedad que impulsa el
consumo de cosas materiales sin desdén. 

“Me sigue impresionando la cantidad de objetos y cosas materiales que acumulamos y, lo que es peor, el apego”

Siempre he sido bastante ordenada y tengo la suerte de tener una pareja que
también lo es. No obstante, me sigue impresionando la cantidad de objetos y
cosas materiales que acumulamos y, lo que es peor, el apego
que podemos
llegar a tener a esas cosas. Y es que este apego nos roba energía. Energía
que invertimos en mirarlas, en limpiarlas, en moverlas de sitio o de armario, en
llenar maletas con ellas. El apego a las personas, a los momentos y a las
experiencias, en cambio, nos aporta una energía maravillosa. 

Pues bien, hace unos días asistí a una charla de una chica aprendiz de Kondo.
Vanesa Travieso es una mujer maravillosa, que decidió dejar su vida tradicional
y su trabajo estable pero gris para dedicarse a su pasión: ayudar a otros a
lograr el orden
. Porque, sin orden físico, no puede haber orden vital. Como dice Vanesa, un cambio externo es el primer paso para conseguir un cambio interior. 

Ordenar no es solamente poner los objetos en el lugar que les hemos
asignado. Ordenar es tomar decisiones, tirar cosas innecesarias, dejar hueco a
las cosas importantes y dejar espacio para la paz.
Porque ver espacios en
lugar de cosas nos aporta paz visual, y nuestro hogar es el lugar más sagrado
que tenemos, el que más paz debe transmitirnos.

“Liberar nuestra mente para invertir energía en lo que de verdad aporta valor a nuestra vida es algo completamente necesario”

Es importante enseñar a los niños a no acumular desde pequeños. Si les haces
elegir dos juguetes en lugar de quedarse con los ocho que le han regalado, les
estás enseñando a tomar decisiones y a priorizar desde una temprana edad.  ¿Cuántos regalos que no van con nuestra personalidad y nuestra esencia
acumulamos? ¿Cuánta ropa guardamos de una temporada a otra sin haberla
usado? ¿Cuántos recuerdos que jamás volvemos a usar tenemos, cuántas
muestras regaladas, cuántos libros que no hemos leído ni pensamos leer?
¿Cuánta ropa pasamos al cajón de “estar en casa” o “a casa de mis padres” y
no volvemos a usarla? En definitiva, nos resignamos a guardar “por si acaso”,
“porque me costó caro”,ojo, no van a devolvernos lo que pagamos por
almacenarlo durante años, o “porque me da pena tirarlo”.

Es triste ver la cantidad de objetos en los que se nos impulsa a invertir.
No comparto algunos conceptos radicales de Marie Kondo, pero en líneas
generales, defiendo que liberar nuestra mente para invertir energía en lo que
de verdad aporta valor a nuestra vida es algo completamente necesario

actualmente. Esto sin entrar en el hecho de que el consumo desmedido (“fast
fashion” y “fast everything”) fomenta una producción desorbitada y
completamente perjudicial para nuestro planeta. 

“Orden en tu casa, en tu mente, en tu cuerpo y en tu espíritu”

Cuando veo parejas que se gastan cantidades importantes de dinero en
regalos, pero no son capaces de cenar juntos a diario o de invertir en fines de
semana juntos, en su ciudad, de viaje, en el cine o en el parque, siento pena. El
tiempo de calidad con los seres queridos y amigos es algo que ni mil objetos
pueden sustituir. Y esto, para mí, es la esencia del orden. Orden en tu casa, en
tu mente, en tu cuerpo y en tu espíritu.

Blanca Cobo

RRHH en organizaciones. Le gusta viajar, leer, el mar, la música y el arte.

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