Que el mundo está cambiando es una realidad, y no nos referimos a los avances científicos o tecnológicos, que también, sino a que el mundo, nuestro mundo como planeta, está cambiando y uno de los aspectos en el que puede ser más evidente es en el clima.
La temperatura está aumentando. Hace unas semanas Islandia decía adiós al primer glaciar que desaparece por completo, fue noticia durante muchos días y quizá sirvió para que mucha gente recapacitara sobre lo que está ocurriendo.
En España también estamos notando estos cambios, con periodos más largos de temperaturas altas y con lluvias más escasas. No hace falta irse muy lejos en el tiempo, el pasado invierno la temperatura fue un 0,8% por encima de la media de esta estación y actualmente los embalses están en un 46,79%. Algo significativo si tenemos en cuenta que hace un año, en estas mismas fechas, estaban en un 60,73%.
Nuestro país siempre ha tenido problemas de escasez agua, quizás dependiendo del lugar de donde seas los habrás conocido más o menos de cerca. En algunas zonas de la provincia de Almería, por ejemplo, los problemas por la escasez de agua siempre han estado latentes y hasta hace no muchos años los cortes de agua eran bastantes continuos. Mientras en otros sitios de España la población podía y puede beber agua del grifo, en esta zona de Andalucía, la gente aún tiene que comprar agua embotellada para su abastecimiento. Probablemente, vivir en uno de estos lugares te hace ser más consciente de esta problemática.
En otras provincias, en los últimos años, se han incrementado las campañas para concienciar a la población de que el agua es un bien que no hay que despilfarrar, y son las propias instituciones públicas las que llevan a cabo dichas campañas para concienciar a la sociedad del uso responsable de un bien tan escaso como se está convirtiendo el agua.
Por esto, se han puesto en marcha muchas iniciativas en torno al ahorro y el uso responsable del agua:
Un gran ejemplo es Bluemont.es, un proyecto que nace a raíz de los terremotos que asolaron Indonesia, concretamente la zona de Lombok, en 2018. Dónde Álvaro Cuadrado sobre el terreno ideó lo que ahora son generadores de agua atmosférica, tras un proceso de condensación, filtrado y aporte de sales minerales, se consigue agua potable pura. Un proceso ecológico, que no vacía manantiales ni ríos y que reduce considerablemente el uso de botellas de plástico.
Gracias a este proyecto, la consultora Square Ventures llevará en 2020 agua a zonas de Kenia, México e Indonesia.
Otro proyecto muy interesante, enfocado a la agricultura, es PermeaPod, un sistema de riego que reduce en un 50% el uso de agua y de fertilizantes. Consiste en un depósito de cerámica porosa que puede conectarse al sistema de riego y se entierra junto a las raíces de las plantas. El material en el que está fabricado permite que la planta reciba el agua que necesita, ya que solo deja que salga cuando hay una determinada presión negativa del exterior. Este sistema puede utilizarse tanto en zonas de grandes cultivos como en macetas y jardineras, aunque su uso puede ser de gran ayuda donde el agua es más escasa. Ha sido una empresa de Huércal-Overa (Almería), Expanhouse, la que puso en marcha esta idea hace dos años, recibiendo entonces el reconocimiento de la Unesco.
Ya sea por que somos más conscientes de los cambios que se están produciendo o por que queremos mejorar la vida de las personas, está claro que son muchas las iniciativas que están surgiendo y se están poniendo en marcha en los últimos años.
Cuidar nuestro planeta y los recursos que nos ofrece y necesitamos para vivir es cosas de todos, y pequeños gestos en nuestro día a día pueden convertirse en grandes cambios.