¡Allá vamos! Me decía a mi misma. No era la primera vez que viajaba ni tan lejos ni por el mismo periodo de tiempo, pero no podía evitar sentirme tremendamente nerviosa ya que era mi primera experiencia haciendo un voluntariado internacional. La primera parada fue Santo Domingo (República Dominicana), de allí un largo trayecto en guagua nos transportó hacia Pedernales, pueblo fronterizo con Anse- a- Pitres (Haití), dónde allí se encontraba y se encuentra el centro que iba a convertirse en nuestra casa en las próximas semanas.
EL CAMPAMENTO
Sin expectativas, con la mente abierta y muy nerviosa empezaba el primer día en Flores de Kiskeya. Al llegar nos encontramos con mujeres de diversas edades cantando, niños y niñas bailando sin cesar una música llena de energía. Realizábamos el “El Campamento de Verano” y nuestra misión era que niños, niñas y mujeres del centro pasaran dos semanas súper divertidas aprendiendo con las actividades que todo el fantástico equipo organizamos.
Pasamos unas semanas llenas de momentos inolvidables con emociones de todo tipo. Hubo canciones, bailes, teatro, juegos, manualidades, deporte… hubo risas, lágrimas y momentos duros, pero el objetivo se logró con creces. Sin duda las mujeres que se benefician de los programas del centro son afortunadas, pero afortunadas y afortunados somos los que hemos podido conocerlas, conocer su historia, ver dónde viven y sobretodo la manera en la que afrontan su realidad, porque no tiene absolutamente nada que ver con la nuestra, es otro mundo. Son un claro ejemplo de fortaleza, valentía y pura supervivencia, dignas de admiración.
LA AYUDA EN EL PAÍS MÁS ASISTIDO DEL MUNDO
En un país como Haití, que es conocido como la república de las ONGs por la cantidad de organizaciones asentadas en terreno, alguna de las cuales se ha visto involucrada en algún que otro escandalo, sentí que fue un gran acierto hacer el voluntariado con una organización como Flores. Uno de los problemas que impide el desarrollo en la isla es el alto nivel de corrupción, la falta de control, responsabilidad y coordinación cuando se reciben ayudas internacionales ya que nunca llegan a su destino real y las que llegan son destinadas bajo las consideraciones del donante. Todo ello coloca a Haití en una posición de necesidad permanente, siendo dependiente de dichas ayudas en lugar de tener un papel activo en su propio desarrollo.
FLORES Y SU LABOR
Flores de Kiskeya, es una organización independiente sin ánimo de lucro, creada por y para los habitantes de Anse- a- Pitres, en concreto para las mujeres más vulnerables de la comunidad y sus hijos e hijas velando tanto por los derechos humanos de la mujer como los de la infancia. Porque los derechos de la mujer, son derechos humanos, y porque apostar por el desarrollo de la mujer es apostar por el desarrollo de la comunidad entera. Teniendo en consideración que la cultura patriarcal está profundamente arraigada e integrada en la sociedad, la organización trata de respetar los derechos sociales y culturales de la comunidad, pero al mismo tiempo lucha por proteger y promover los derechos humanos de la mujer, convirtiéndolas a ellas mismas en agentes de su propio desarrollo. Aunque las verdaderas protagonistas son ellas, tanto los hombres involucrados en el proyecto, como los niños y niñas beneficiarios también son participantes activos y parte de su propio cambio. Flores empezó siendo una organización con funciones asistenciales respondiendo a necesidades básicas, hoy en día dispone de 4 programas de desarrollo (Nutrición, Educación, Salud y Empoderamiento). Toda ayuda, donación o actividad va directamente en beneficio para las mujeres (las llamadas flores) y para sus hijas e hijos, sin intermediarios, con total transparencia.
PAÍS RESILENTE
En mi breve visita sentí que Haití es un lugar muy especial, siendo la primera república negra independiente situada en el caribe, han sufrido desde el minuto cero, desde los tiempos de la esclavitud han vivido constantemente discriminados por su raza, pero sobreviviendo siempre a sus desfavorables circunstancias, ya sean causadas por la inestabilidad y corrupción política, como las causadas por los desastres naturales, como el terremoto en 2010, el Huracán Mathew en 2016 o la tormenta Laura, ocurrida recientemente a mediados del 2020.
Éste año, como no, no podía faltar el mal de todos, COVID19. Siendo Haití el país más pobre del hemisferio occidental, con escasos recursos, ahora con el cierre de las fronteras se complica el abastecimiento de alimentos, han sancionado el contrabando de medicamentos y material sanitario, el hecho de que no sea normal tener acceso a agua potable hace que no sea fácil seguir las medidas de confinamiento e higiene oportunas… esto junto con los destrozos de la tormenta Laura y un largo etcétera, hace que la situación en Haití sea aún más complicada de lo “normal”.
“Eso sí… Pase lo que pase Flores de Kiskeya seguirá luchando y a ritmo de “Bodeguet” y “Kompa” las flores en Anse- a- Pitres seguirán dando ejemplo de una resilencia impecable”