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Descubrirnos a través del yoga

Fuente: Jared Rice/Unsplash

Hace ya unos años, comencé a hacer yoga, gracias a una de las personitas que han sido un gran apoyo en mi vida desde entonces. Otra demostración más de que la vida es mágica y si confías pone delante de ti a quien necesitas para seguir el camino.

Fue en un momento muy importante, pues el inicio del yoga marcó un antes y un después, y me ayudó muchísimo al cambio de conciencia que estaba experimentando en aquellos momentos. 

Contribuyó de manera notoria, al inicio de mi despertar, un despertar como casi todos, a veces doloroso y a veces duro, pero siempre gratificante. Los beneficios de cada una de las tomas de conciencia que hacemos durante nuestro camino, se manifiestan después en todos los sentidos, física, mental y emocionalmente. Aparecen en forma de regalos, como si de magia se tratara.

“Quería compartir esto porque, llevaba 8 meses sin pisar una clase, y a raíz de confinamiento, comencé de nuevo a practicar yoga”

Se está convirtiendo en algo básico en mi día, ya que, además de volver a conectar con buenos hábitos y volver a sentir mi cuerpo en forma, os aseguro que ayuda mucho a mantener la mente en calma y las emociones en equilibrio. Lo describiría como MEDICINA PARA EL ALMA.

He retomado el tipo de yoga que solía hacer, que era Bikram, (obviamente desde casa sin el calor de una sala). Cada día me siento mucho mejor, además de ir viendo pequeñas mejoras diarias durante la práctica.

Sé que hay mucha gente que es anti Bikram, pero dos cosas importantes:

  • La primera, hablo de Bikram porque es el que yo practico, pero puede ser cualquier tipo de yoga, ya los beneficios para la mente, el cuerpo y el espíritu están en cualquier modalidad.
  • Lo segundo quien no quiere hacer Bikram yoga porque se hace con calor, ahora tiene la oportunidad perfecta para para probar las posturas en su casa con la temperatura que desee.

No quiero enrollarme mucho más, os comparto esto porque para mí tuvo un efecto muy positivo desde el día que hice la primera clase, simplemente el hecho de llegar hasta el final ya era un reto. Pero trajo muchas cosas después, y las sigue trayendo, entre ellas, esa que sabéis que tanto me gusta, que es la de DESCUBRIRNOS.

Lo primero físicamente:

  • Descubrir nuestra capacidad física para practicarlo, así como ser disciplinados con nosotros mismos a través de la rutina, de querer nuestro cuerpo y cuidarlo como lo que se merece.
  • Percibir cómo somos capaces de llegar un poquito más lejos con nuestro cuerpo cada día, aumentando su flexibilidad. La flexibilidad del cuerpo es proporcional a la flexibilidad de nuestra mente.
  • Como cuidas a tu cuerpo es como te cuidas a ti, respuesta rápida a cómo te cuidas.
  • Nuestro cuerpo físico es el instrumento que nos han regalado, para “manifestarnos” en esta vida, y es el fiel reflejo de lo que somos por dentro.
  • Además de todos los beneficios que tiene para la nuestros huesos y músculos, nos aporta mayor flexibilidad. 
  • Fortalece el sistema inmune, contribuyendo a mantener el sistema nervioso en equilibrio, además de masajear todos nuestros órganos vitales.
  • Nos ayuda a mantener sana nuestra columna vertebral.
  • Incrementa la salud cardiovascular e incluso alarga la juventud, en el sentido de que sus beneficios pueden contribuir a frenar el deterioro del sistema cognitivo relacionado con la edad.

También se producen cambios y mejoras mentalmente:

  • La mente también se abre y se flexibiliza con esta práctica, haciendo que sea más adaptable, y con mayor capacidad de reacción ante las situaciones que nos aparecen delante, incluso a escucharnos más a nosotros mismos.
  • Descubrir también hasta donde podemos llegar y que el límite te lo pones tú, una vez más, como dicen en mi segunda casa “there is not finish line”.
  • El yoga genera nuevas conexiones neuronales, esas nuevas conexiones son muy beneficiosas para la salud de nuestro cerebro e incluso de cómo gestionamos nuestra vida.
  • Generar nuevas conexiones neuronales nos ayuda a buscar caminos alternativos que nos permiten hacer las cosas de manera diferente. Funciona como una potente herramienta de Programación Neurolingüística (PNL), muy beneficiosa para modificar comportamientos y mejorar nuestra calidad de vida.

Por último, y no por ello menos importante, puede conllevar cambios muy positivos emocionalmente hablando.

  • El yoga nos ayuda a redescubrir y sentir muchas emociones que parecían dormidas y renacen simplemente con la práctica, y por supuesto a sentirlas de un modo más consciente, lo cual nos hace vivir más presentes y con mayor intensidad.
  • No sólo es clave para descubrir, sentir y vivir las emociones de manera más presente, sino también para mejorar el equilibrio emocional, que es clave para afrontar situaciones retadoras con mayor calma y sosiego.
  • Me gustaría añadir algo que entra en cualquier tipo de “nivel de descubrimiento” en el que estemos, y es el AGRADECIMIENTO. El yoga nos ayuda a ser agradecidos, comenzando simplemente por la fortuna de tener un cuerpo sano que nos brinda la oportunidad de vivir el regalo de la vida, y si lo pensáis un poco os vais a dar cuenta de cómo empiezan a aparecer muchas cosas para agradecer… no vais a tener ni tiempo.

En definitiva, cuando descubrí el yoga descubrí una parte nueva de mí, os invito a que al menos lo probéis, hay muchos tipos distintos y puede ser que alguno os encaje. La importancia de la práctica no es dar el máximo en la postura si no puedes, es dar el máximo de ti, y en ese máximo encontrarte contigo.

Elena Pérez

Trabaja para una multinacional y escribe de moda en su blog y para nosotros.

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