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12 cosas que no deberías decirle a una lesbiana

Fuente: @matusantamaria

Ya ha vuelto a pasar. Quizás has bajado la guardia, te has relajado porque estabas a gusto y pensabas que no iba a suceder. O a lo mejor llevabas toda la cena tensa sabiendo que podría llegar este momento y se ha cumplido tu temor. Sea de una u otra la forma en la que has llegado hasta aquí, tu interlocutor te devuelve la mirada expectante. Ya sea tu tío, tu amiga de la infancia o un pseudo desconocido, está esperando que le respondas esa pregunta ordinariamente íntima y homófoba que te acaba de hacer. Así que tomas aire, sueltas los cubiertos, y te planteas si merece la pena contestar con originalidad o si es mejor dejarlo pasar para que no vaya a más. 

No suena agradable, ¿verdad? Pues esta es la realidad con la que conviven las personas LGTBIQ en general y las mujeres lesbianas en particular. Por eso, para que seas mejor amigo y persona y no hieras a tu colega, aquí te dejo una lista de “doce cosas que no debes decirle a una lesbiana”

1.No asumas que mi lesbianismo es adquirido: “Eso es por moda, no puede haber tantas”, o “Es por el feminismo, que os come la cabeza contra los hombres”.

Nadie elige jugar en el modo difícil por gusto. Las discriminaciones no son una moda, sino una carga con la que aprendes a vivir.

2.No seas falocéntrico con comentarios como “ Y el tema de follar, ¿cómo lo hacéis?”, “¿No echas de menos los penes?” o “si usáis vibradores, muy lesbianas no seréis”.

Para empezar, sé que hay a quienes aún no han entendido esto pero… Hay bolleras con pene. ¿Te ha explotado la cabeza? Pues sinceramente, no debería. El interés por los genitales de personas con las que no tienes esa intimidad es una ordinariez.

Estas cuestiones vitales suelen surgir por lo centrado que está el imaginario pornográfico en la penetración pene-vagina para satisfacer a los hombres cis. Lo cual es absurdo porque es una parte insignificante de todas las prácticas que se pueden hacer y que da placer, prioritariamente, a una de las dos personas. Pero esto se desconoce y claro, cuando estas personas intentan imaginar un coito entre dos personas con vagina, cortocircuitan. Para todas vosotras, dejadme que os aclare un par de cosas:

  1. Que no haya pene no significa que no haya penetración.
  2. Si el órgano dedicado al placer en una vagina es el clítoris, ¿para qué necesitas un pene?
  3. ¿Sabéis todos esos heteros que no quieren bajar a comerte el c*** y que piensan que tu clítoris está de adorno, o que por el contrario, es un pulsador al que hay que dar compulsivamente? Bueno, pues aquí no hay de eso.

3. Pero… ¿Tú eres virgen, verdad? Como nunca te la follado un pene.

Más falocentrismo. Es curioso, ante la sociedad los hombres pierden la virginidad cuando tienen una relación con otra persona y las mujeres cuando son penetradas. Mira, ni la virginidad se mide por el himen (se puede romper hasta montando en bicicleta), ni en las relaciones entre mujeres hay falta de penetración. 

4. Perdona, es que me dais mucha curiosidad

Si tienes curiosidad buscas en Google. Pero no me amargues la cena haciendo preguntas íntimas sobre mi sexualidad (que no harías a tu amiga hetero) en público. Que yo no sea como tú no significa que te deba una explicación.

5. ¿Quién es el tío de la relación?

Ninguna. Por eso somos lesbianas. No sé si lo pillas…

6. Eso es porque no te han follado bien.

Eso lo dices porque no sabes lo bien que folla una mujer con otra mujer.

7. ¿Esa también es lesbiana? Qué lástima, con lo guapa que es…

Qué lástima para un chico hetero, quieres decir, ¿no? Porque a mí me parece de maravilla.

8. ¿Eres lesbiana? Pues no lo pareces…

Entiendo tu confusión, es que se me ha olvidado el uniforme oficial de camisa de cuadros y pelo rapado en casa. Lo siento, intentaré no volver a pasar por una chica normativa a la que te quieras follar.

9. Yo también tengo una amiga lesbiana, te la podría presentar.

No sé si crees que tengo problemas para ligar o que vivimos en el s.XX y no existe Tinder.

10. ¿Qué tal con tu “amiga”?

Como diría Akelarre: “No somos amigas, nos comemos el coño”. Si te cuesta decirlo en voz alta igual tienes un problema de homofobia.

11. “Pues yo tengo unas amigas lesbianas y que yo sepa nunca las han discriminado”.

Mira, ya es doloroso estar contándote que me han gritado por darme un pico con mi novia en la calle como para que vengas a negarme esa realidad. Que tus amigas no te cuenten lo que les sucede cada minuto de su vida no significa que no pase. Porque, lamentablemente, en esta sociedad tendemos a compartir sólo lo bueno y a esconder lo malo.

12. Sólo os juntáis entre vosotras, sois un poco sectarias, ¿no?

Es que si estoy entre lesbianas no me amargan la noche con esta lluvia de comentarios incómodos, ¿sabes?

Y hasta aquí mi cursillo avanzado de cómo dejar de tratar a tu amiga lesbiana como a un extraterrestre ¿Te ha parecido fácil? Espero que sí, porque seguiremos repasando el resto de letras del colectivo LGTBIQ ¡Hasta pronto!

Rocío Esperilla

Productora, feminista, vegetariana y bisexual. Ideal para una cena familiar.

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