De pequeña soñaba con castillos, con príncipes y princesas. Soñaba con ponys, con ir a la feria, tomar helado, comer algodón de azúcar. Soñaba con jugar, con ser una bailarina. Con jugar entre naranjos mientras tomaba vinagreras y reía con mis primos y mi hermana. Soñaba con nadar como una sirena, con una melena larga y una cola celeste que brillaba con el sol. Con hacer castillos de arena, altos muy altos y que el agua nunca se llevaba. Soñaba en las noches estrelladas, bajo la luz de la luna llena, en la calle, tomando el fresco.
“Soñaba con tener una gran familia”
Después soñaba con maquillarme, con llevar tacones, con controlar mi pelo indomable, a veces liso a veces rizado. Con pintarme las uñas, ponerme purpurina en el cuerpo y brillar en las noches de discoteca. Soñaba con salir hasta el amanecer, conocer gente, y reír, bailar, pensar que la noche era infinita. Soñaba con tener una gran empresa en la que trabajar mucho, en la que crear mucho, que vendía mucho. Soñaba con tener una gran familia, una casa grande, con jardín, con piscina.
Ahora soñar es otra cosa. Ahora sueño ser feliz.
Precioso Carolina.