Aunque cenizas queden de una llama,
prenderás hasta revivir el fuego,
hundirá mis suspiros hasta que no quede fondo,
hallará un reposo envalentonado
donde luces impidan mi sombra.
Tu mano será guía para mi estrella
y se hallará un camino
donde oscuridad ilumine mi muerte,
simplicidad a cambio de una vida eterna.
La desesperación que consume mi alma,
sana con la cálida mirada de tus centelleantes,
y única alma en calma,
en compañía de tú y los brillantes.