En el actual tumulto de luchas sociales progresistas tal vez habrás escuchado sobre el “ecofeminismo” y tal vez te preguntarás de qué va a eso de “feminismo ecologista” o sería “ecología feminista” y por qué ahora hablamos del feminismo como anticapitalista y cómo se relacionan todas estas cosas que a simple vista no tienen nada que ver la una con la otra.
Sin querer imponerte como debes vivir TÚ el feminismo, quiero compartir aquí algunas ideas que se han ido formando durante décadas dentro de la ecología política.
En primer lugar tenemos que definir y entender lo que ha sido llamado por distintos pensadores como el Principio Femenino. Vandana Shiva[1] lo resume como ‘poder creativo en forma pacífica’. Es una fuerza espiritual que está presente en todos y todas, y está marcada por cualidades creadoras, productoras y protectoras como el cuidado, el respeto, la paciencia, el amor, la empatía y la misericordia. El principio femenino no está ligado al género porque tanto hombres como mujeres lo poseen, al igual que en mayor o menor medida seres de otras especies.
La encarnación más clara y grandiosa del principio feminino es la propia naturaleza, porque la vida en todas sus formas surge a partir de ella. La naturaleza es el mayor símbolo feminista y matriarcal porque es creadora y reproductora de vida, por eso distintas culturas ancestrales la reconocen y veneran como a una madre, Pachamama o Gaia.
El principio femenino está en la naturaleza, y en todos los seres que formamos parte de ella, incluidas las mujeres y por supuesto, los hombres. Es el más poderoso principio de creatividad y productividad porque tiene en su centro la protección y sostenimiento de la vida. Contrario al modelo patriarcal basado en la destrucción y parasitismo, y que tiene en su centro la acumulación capitalista a costa de la explotación de su propio hábitat, la Tierra.
El principio feminino es bondadoso, pero esto no quiere decir que sea sumiso o inactivo, todo lo contrario el feminismo es una fuerza imparable, creadora y no destructora.
Por eso es imperativo que mujeres y hombres recuperemos el principio femenino, mismo que ha sido catalogado como “inferior” e “irracional” por el patriarcado, y que nos opongamos a la destrucción y explotación causada por el capitalismo, que como su nombre lo indica pone en el centro al capital, reduciendo nuestras vidas a commodities que solo pueden ser entendidas en términos económicos.
La lucha feminista debe ser política y ecologista.
[1] Vandana Shiva es una académica india, activista ambiental, defensora de la soberanía alimentaria, autora ecofeminista y antiglobalización.