Meritxell, 27 años. Está desnuda delante del espejo de su habitación de Madrid, un espejo donde se puede ver entera. A su izquierda, un balcón por donde entra luz natural. Suena Spirit Bird – Xavier Rudd. Se habla a sí misma, a la del espejo.
Me gustaría estar enamorada de ti. Me gustaría que me gustaras tanto como ha llegado a gustarme la piel de algún hombre, gustarme con esa fuerza que he mirado a tantas mujeres, a tantos cuerpos que no eran yo. Me gustaría cuidarte tanto como sé cuidar a otros y entregarte todo ese amor que en ocasiones y aún se me va de las manos.
“Aplano mi parte inferior de la barriga con mis manos y pienso en aquellas otras mujeres que se doblan y no tienen ningún michelín”
Me miro al espejo y quiero minar mi cerebro, quiero decirle a esa que veo que deje de exigirse, que acaricie su nariz dibujándola con su dedo y deje de odiarla porque no entra en el perfecto canon de belleza. Quiero decirle que se toque los pechos, con deseo, con fuerza, que los conozca más que nadie, más que ninguno, y elimine en la memoria de ellos todo pensamiento que tuvo para que fueran distintos, para que fueran otros. Que son suyos, que los integre en su cuerpo y se reconozca. Estos son tus pechos y esta eres tú, te quiero decir. Aparece en mi cabeza el recuerdo de cada una de las veces que delante del espejo estiré hacia atrás los muslos internos imaginando mis piernas sin ellos, deseando cortarlos y que no existieran, pensando que sería mucho más bonita. Me miro al espejo, miro dentro de mí y quiero matar ese recuerdo. Nunca me gustaron mis piernas, musculadas, más anchas que la mayoría. Recuerdan un comentario de un chico adolescente: “menudos jamones tienes”. Y una llama llena de inseguridad invade mi estómago y mi yo del espejo quiere huir un rato de ser ella misma con toda su carne y su piel. Aplano mi parte inferior de la barriga con mis manos y pienso en aquellas otras mujeres que se doblan y no tienen ningún michelín. Odio ese pensamiento, tanto, que me mareo y vomitaría de lo poco que me estoy amando ahora mismo. Me miro al espejo y quiero seguir minando mi cerebro.
“Perdónate por cada época que comiste menos, a lo loco y con tanto cuidado”
Perdónate. Perdónate por el trato que te das, perdónate por el maltrato constante. Perdónate por cada vez que te miraste los brazos y pensaste que eran gordos cuando no es así, porque lo pensaste con ese adjetivo: “gordos”. Perdónate por cada época que comiste menos, a lo loco y con tanto cuidado. Perdónate por haber permitido tanto sexo sin tu voz. Por no saber encontrar las palabras que manifestaban tu dolor. Perdónate por no haber sabido chillar cuando esa enfermera te maltrataba tu cuerpo, tu vagina y tu alma. Perdónate por no haberte respetado y haberte dejado invadir. Perdónate por el olvido de todos esos sucesos que le pasaron a tu cuerpo. Por toda esa lucha contigo misma y esos monstruos. Perdónate por no quererte mejor y de todas las maneras.
Me gustaría estar enamorada de ti, por eso hoy, te susurro y te pido con mi voz más auténtica, con el amor más puro y el cariño más generoso, que abraces todas tus distorsiones, tus chichas, tus maltratos y tus destructivos pensamientos. Te pido que mientras lo haces, los aceptes, les des las gracias y los sueltes. Te pido que vuelvas a mirarte al espejo desde esa desnudez tan inocente y pura. Que te ames aceptando quién eres con cada curva, cada pelo y cada gesto. Que te abraces y empieces a aprender a enamorarte de ti. A gustarte tanto como te han gustado otros cuerpos. Que estés incondicional e indefinidamente enamorada de ti.
A Meritxell se le cae una lágrima y empieza a vestirse. Va a empezar ‘Come let go de Rudd’, pero apaga el Spotify y se va a Microteatro por Dinero.
Mirror/Mirror es una obra de teatro que va de dos chicas actrices, Ana y Mía, con trastornos alimenticios que intentan convencerse a sí mismas que la única salida a sus problemas es alcanzar la máxima delgadez. La obra es un alegato contra la tiranía de la imagen perfecta – impuesta por la sociedad -. Hasta que pierden el control de su vida, una a través de la bulimia y la otra a través de la anorexia.
“Mirror/Mirror, reflexionando sobre los trastornos alimenticios, sobre cómo nos queremos, sobre el maltrato a uno mismo, sobre la identidad y el poder de la mente”
Mirror/Mirror está interpretada por Clara Chacón y Mer Calduch, escrita por Inma Chacón y dirigida por Miguel Alcantud. Después de estar en mayo de 2019 en cartel en Microteatro, vuelven del 8 de enero al 2 de febrero de miércoles a domingo reflexionando sobre los trastornos alimenticios, sobre cómo nos queremos, sobre el maltrato a uno mismo, sobre la identidad y el poder de la mente.