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Mamá

mamá

A menudo te doy patadas, otras veces provoco náuseas, otros días te quito el sueño, y sin embargo, siento como tu corazón palpita de emoción cuando sientes que te reclamo.

En ocasiones noto una mano más pequeña, debe ser la de mi futura hermana, ella quiere que nazca ya, que salga de este lugar tan sombrío y que juguemos juntas.

Muchas veces pienso que serás la peor madre del mundo, a menudo te escucho gritar cuando mi hermana no se come las verduras o no ordena su dormitorio. Quieres saber siempre dónde esta y sueles insistir para que diga siempre la verdad. Sin embargo, mi padre siempre te defiende…

Y es ahí cuando noto la mano de mi padre, sus dedos son finos y largos, se queja de lo cansado que llega del trabajo, y sin embargo, escucho su risa cuando cuenta los días para verme.

Los días van pasando y cada vez me noto más grande y sin espacio en este vientre tan hinchado, así que a base de empujones decido salir. Este mundo tan ruidoso, agitado y lleno de luz me frustra y me da miedo, por lo que de manera instintiva rompo a llorar…hasta que me coges tu mamá, siento como tus brazos me protegen, me miras emocionada y me calmas para que deje de sollozar. Mi vida ha comenzado y la tuya ha cambiado, con la bella intención de regalarme una vida y hacer todo lo que este en tus manos para hacerme feliz.

Macarena Arnás

Escritora y psicografóloga. Inquieta e inconformista por naturaleza.

8 Comentarios
  1. Que bonito lo que escribes Macarena, tu madre es una gran mujer, has heredado su sonrisa y generosidad. Un fuerte abrazo a las dos

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