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La vuelta al cole

Fuente: RTVE.es

Con la vuelta al cole en la próxima esquina, volvemos a estar todos desquiciados. En junio y con el verano por delante pareció que la serenidad volvió a nosotros. Pero llega septiembre y entre rebrotes, miedos, desconocimientos y la tremenda incertidumbre de la que somos presos desde que el Coronavirus llegó a nuestras vidas, los nervios se vuelven a apoderar de nuestros estómagos.

Si eres madre mucho más. Asaltan las dudas de cómo conseguir conciliar, temores a perder el empleo y sobre todo el miedo a que ni nuestros hijos ni nuestras familias se contagien con la COVID-19.

Todos los sentimientos y pensamientos que fluyen estos días son completamente normales y razonables. Cada ser, cada individuo tiene sus propios y diferentes motivos. Es lógico, la experiencia en estos meses ha sido muy intensa y diversa para cada persona y es por ello por lo que cada uno desde su dolor piensa o actúa de una u otra forma.

“Por perder un curso para la vida de un niño/a no es importante”

Así es como yo, doy una explicación razonable a la postura de algunos padres y algunos profesores, que a priori esa postura se escapaba de mi alcance. A ese grupo me dirijo con la intención de ayudarles, de quizás mostrarles un punto de vista diferente con el que combatir sus miedos. Porque tengo claro que cuando dicen que no van a llevar a sus hijos/as al colegio o cuando los profesores no quieren volver a las aulas y comentan posturas como “por perder un curso para la vida de un niño/a no es importante”; es la parte de su cerebro reptiliano, la salvaje, la que actúa por instinto de supervivencia, la que habla. Esa parte que está llena de miedos e inseguridades, porque desde marzo todos nos sentimos así y los niños/as también.

Es por ellas/os, por nuestro futuro y esperanza, que son las jóvenes generaciones, por las que tenemos que traspasar esa parte de nuestro cerebro y llegar a la que razona. Es por ellas/os por los que tenemos que demostrar que hay que seguir, que la vida continua, que ya nos hemos parado lo suficiente. Las niñas/os forman su personalidad siguiendo ejemplos, si los adultos nos comportamos de forma tan pusilánime. ¿Qué les estamos enseñando? Respeto y prudencia si les tenemos que mostrar, pero no miedo. La salud es lo primero, por lo que la educación también. La educación es entre otras muchas cosas salud: mental y física. Una educación donde los/as niños/as encontraran entre toda esta marabunta que les tocó vivir, una normalidad, esa normalidad que necesitan para que psicológicamente no enfermen. Para evitarles otras enfermedades psicológicas futuras.

“Ahora les toca a los niños/as recuperar sus vidas”

Si les protegemos del COVID-19, protejámosles del resto de enfermedades también. Necesitan la sociabilidad que les aporta el colegio y por su puesto necesitan seguir aprendiendo y formándose como personas, y más adelante grandes profesionales, que quizás, aprendan así para futuras pandemias. Y lo más importante es que necesitan ver y sentir que esto puede combatirse, que no es el fin. Necesitan ese refuerzo que les de seguridad y debe ser de sus pilares fundamentales que son: los padres, aunque los profesores también. Tenemos que mostrarles decisión, optimismo, positividad, CORAJE (algo tan vital en la vida). Como dejar atrás nuestros miedos y unirnos formando una sociedad cívica, donde prevalece el altruismo al egoísmo, donde en la suma de todos reside el poder. Si nos comportamos como seres individuales y nosotros mismos nos ponemos zancadillas y otros obstáculos en el camino, no construimos nada. 

Los adultos en cuanto pudimos después del estado de alarma, dentro de las medidas existentes, volvimos a nuestras vidas. Encontrarnos con familiares y amigos, vacaciones, ocio, etc. Bien, pues ahora les toca a los niños/as recuperar sus vidas. Creo que toca pensar más en las/os que serán el futuro, que en nosotros mismos. Sabemos de sobra que no es nada positivo inculcarles más miedos de los necesarios, si nosotros frenamos, pensar en que les derivará eso psicológicamente.

Como reflexión dejo una frase brutal de un grande: 

“Aprendí que el coraje no es la ausencia de miedo, sino el triunfo sobre él. El hombre valiente no es aquel que no siente miedo, sino el que conquista ese miedo.”

Nelson Mandela

Cosas de mi morena

Informática y diseñadora web. Una bloguera loca por las librerías, la música y viajar.

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