Hoy sentí la asfixia, el oxígeno bloqueado por una tela entre mi nariz, sin poder respirar, obstruyendo mi propia vida.
Labios encallados entre miradas confusas, sonrisas tapadas y el fruncir de un labio atascado por esta sociedad, llena de mentiras y manipulada por aquellos que se denomina “poderosos”.
¿Hasta cuándo esta farsa tan insultante y tan denigrante hacia nosotros mismos?
¿Hasta cuándo este sufrimiento y esta ansiedad?
¿Hasta cuándo? Si no despertamos, ¿cuántos niños naciendo es este mundo denigrante lleno de incoherencia?
¿Hasta qué punto vamos a permitir que todo nuestros esfuerzos, carreras, trabajos, casas, hogares y familias sigan destruyéndose por que unos pelagatos quieran ser más y más poderosos? Les corroe el EGO por dentro y a nosotros el miedo de quedarnos sin nuestras vidas.
Hagamos un llamamiento a nuestros seres que se conecten con lo más poderoso de nosotros mismos con la esencia más poderosa de cuando éramos niños y no teníamos miedo.
¡Unamos todo nuestro poder! Que cada individuo suelte el miedo. Liberemos nuestros rostros de esta absurda mascarilla, liberémonos y abracemos nuestros cuerpos, demostremos que estamos sanos, volvamos a respirar, que el amor puede con todo.
Ya está bien de tanta manipulación.
Demostremos la verdad aquí y ahora.
Despertemos juntos.
Humanidad.
Salgamos a la calle todos.
Desprendamos el amor que ellos nos quitan con MIEDO