El pasado viernes 12 de marzo, BikiniBurka honró el Día Internacional de la Mujer con el evento: Escribir, sanar e inspirar. Un mesa redonda donde se debatió la importancia de un medio de comunicación donde sólo escriben mujeres (180 redactoras de 20 países).
Participantes desde los 20 a los 80 años
La sala del Ateneo de Madrid cumplía con todas las medidas de seguridad para los asistentes, llegando a completar el aforo permitido. Entre el público se encontraban hombres y mujeres de diversas edades, desde los 20 a los 80 años. Además de contar con una retransmisión en directo a través de Instagram.
Dio comienzo con la actuación musical de una de nuestras redactoras Ana Jiménez y su compañero Jalil, seguido de la presentación de las participantes y moderación del debate por Brígida de Fez. Entre las ponentes se encontraba la periodista Carmen Corazzini, la actriz Sofía Squittieri y la productora Rocío Esperilla, redactoras de BikiniBurka que aportaron su experiencia y debatieron sobre lo desafíos del feminismo.
Debemos destacar la riqueza del debate generado entre asistentes y ponentes, mujeres y hombres apasionados, defendiendo con valentía posturas opuestas difíciles de moderar, pero dejando un sentimiento de aprendizaje intergeneracional único. Tanto es así, que la nota final aplicada por el público alcanza es de SOBRESALIENTE:
Nota del evento: 9,4
Debate 8,8
Lugar: 7,6
Moderación: 6,6
Música: 9,5
Durante el evento, el director de BikiniBurka, Álvaro Cuadrado, explicancó el origen del medio y compartió con los asistentes un ejercicio de co-escritura creativa, el resultado fue leído in situ por la grafóloga Macarena Arnás y os compartimos ahora:
El amor es lo importante. Amar al prójimo. Es un sentimiento que se origina en el pensamiento.
Estamos llegando al camino auténtico de reencuentro del hombre y la mujer. Habremos llegado a él cuando ninguna mujer diga “yo me siento igual a los hombres”, cuando sea obvio.
Los sentimientos deben ser un nexo. Todo lo bello e interesante, está por descubrirse; en el interior de cada uno. Comunicar, sentir, compartir… somos humanos. Escribiendo, compartiendo… se tensan sentimientos. Creemos un espacio de respeto y permitamos que cada cual sea libre. Abramos la mente, dejemos que el alrededor nos inspire, seamos generosos…
Amor verdadero.
La realidad no solo es una.
¡Ánimo! Luchemos por la igualdad social.
Qué ganas de sentir que todo es sentimiento. Debemos permitirnos ser la mejor versión de nosotros mismo. A veces es mejor la soledad, que la mala compañía. La felicidad consiste en escuchar al corazón y callar a la razón.
Feminismo es igualdad, defendido con valentía por escritoras que han sacado a la luz los temas de desigualdad e inferioridad, sufrida por mujeres a lo largo de la historia. Las mujeres son iguales a los hombres y creo que ya es hora de que la sociedad lo asimile.
Hallar, escribir, compartir desactiva el dolor. Y el dolor es transformador, delicado, ambiciosos, a veces repetitivo e incluso adictivo. El dolor también es luz y aprendizaje humano de hombres y mujeres, de la mano, en ocasiones, del amor.
Estamos aquí aprendiendo gracias a estas maravillosas mujeres. Mi abuela, mi madre, mis cicatrices y todas las que me precedieron construyendo un camino, ahora nos toca al resto mantenerlo y hacerlo grande. La finalidad de la vida consiste en adquirir consciencia: la mayor generosidad es la igualdad.