Y probablemente seas ese suspiro que lentamente despierta en las noches más latentes.
Seas ese gemido precursor de gritos sin control, seas ese respirar que calienta mi cuerpo nada más despertar.
Y yo me revuelvo ante ti, con tu presencia, con tu sentir. Y mis manos desatan la fuerza de tu sexo, expresando la pasión que en pocos minutos entra en acción.
Locura y desenfreno, buscas mi boca, mi lengua y mis senos. No hay freno , me pides que saboree tu anhelo, llevándote al cielo, provocando en ti eso que tanto deseo, y minutos pasan, vibrando en llamas.
Me coges, me desarmas, me volteas en tu cama, me llevas a la locura con una palabra llena de ternura , me enciendes como mecha en una eterna bravura, te haces presente de todo lo que tienes, y los dos estallamos de pasión, con auténtica admiración.
Completas mi yo, completo tu amor.
Acaricias mi cuerpo, mientras me dices te quiero y yo sin aliento recuerdo de nuevo este momento, deseando que seas dueño para siempre de mi alma y mi cuerpo.