He pensado mucho si me gustaría o no tener un hijo. Y aún estoy sin decisión. A unos amigos les comentaba que la verdad, si me preguntan ahora, mi respuesta sería no, pero si me dicen a futuro, sería un no sé. ¿Qué te hace sentir querer ser madre? a mí no me ha llegado tal sensación, todavía. Aún me veo tranquila por ahora sin una permanente compañía. Por otra parte, no me gustaría estar con esta duda por mucho tiempo, ya que el reloj biológico corre más rápido para la mujer, y el mío según expertos, en tres años es el tope. (tengo 32 años y se sugiere tener hijos hasta los 35 años) En conclusión, aún no me llega esa emoción de tener un hijo o hija (aunque no sé por qué, me gustaría una hija)
Había leído por ahí que una de las tantas razones por la que no se quiere tener hijos, es porque no te gusta el mundo en el que vives, y con esto, me refiero a la inseguridad, a la educación y por qué no, a la economía. Creo que ahí, radica mi duda.
No tengo ninguna religión, pero sin embargo creo en un Dios, por decirlo así, a veces le digo que me dé una señal, o un empujón, que me saque del mar de la vacilación, y en eso, empiezo a vivir con una gran amiga y con su hija de dos años, a quien la está educando en el modelo educativo Montessori, la pedagogía Montessori sostiene que la mejor forma de aprender es con el contacto directo con el entorno, se enfoca además en el principio de que los niños deben tener libertad para aprender y desarrollarse por sí solos. Aún estoy aprendiendo sobre este modelo, pero lo que sé y he aprendido, me ha hecho pensar en la GRAN RESPONSABILIDAD que es tener un hijo. En este tiempo he aprendido es que los niños a la edad de 2 años hasta los 5 son una “máquina” para aprender, absorben todo, como una gran esponja, ya que pueden solo con estar expuestos (es decir escuchar) aprender varios idiomas, también que, a esa edad están “registrando” como si su cerebro fuera una grabadora, todo lo que para nosotros creemos, ellos no entienden, como por ejemplo discusiones, hábitos, canciones ( hay canciones con un vocabulario para adultos, que si son expuestos a esa edad, puede tener repercusiones negativas) he aprendido también, que cuando lloran, es porque alguna necesidad básica no está completa (alimentación, aseo, descanso, atención…) y que enseguida que lo resolvemos, los pequeños se calman. Otra cosa, que puede ser evidente para muchos, y que, para mí, llegó a ser importante entender, es que solo le puedes pedir orden, si su entorno está ordenado.
Hay tanto que he entendido, cómo lo fácil que es perder el control cuando el niño está llorando, los frágiles que son, cuando ellos apenas empiezan a entender el mundo y que muchos creen que gritarles o peor aún, pegarles, es la solución, siendo más bien el problema que como sociedad acarreamos, y que podemos evidenciar viendo un poco las noticias. No digo que no hay que ponerle límites, porque eso es lo que se debe hacer, lo que no, es obligarlos a vivir en un mundo que para un adulto es complicado, imagínate lo que es para un niño.
La estimulación es tan importante como la alimentación, ya que te ayuda con la motricidad fina, que son las actividades con coordinación ojo-mano y músculos cortos, como escribir, dibujar, colorear, jugar con arena o la motricidad gruesa que comprenden los movimientos motrices complejos como lanzar objetos, patear una pelota o saltar a la cuerda, todo eso es estimular. Y si estuvieras tan presentes que jugar con arena y patear un apelota es tan importante para su desarrollo, el mundo sería otro creería.
Ser madre requiere mucha atención y paciencia, requiere además de que estés dispuesta o dispuesto (porque esto no significa que solo las mujeres tienen que hacerlo) a pausar quizás tus proyectos. Decidir ser madre, depende de tus ganas de serlo, de estar consciente de todo lo que significa tener un hijo, que es para toda la vida, pero sobre todo del amor que tengas y quieras entregar a un nuevo ser. Todas estas preguntas mientras las escribo, me contesto y hasta el final de este escrito, sigo manteniendo un NO como respuesta. Ya que lo primero que debe nacer de mí, son las ganas de ser madre, cosa que todavía no hay.
Y tú, ¿ya quieres serlo?
Quien lea esto, y tiene razones para ser madre, compártelas conmigo, puede que eso me haga falta.
Saludos a todas las madres, sin duda es una labor que requiere de mucha fuerza y dedicación, mi total admiración.
Creo que ponerse el límite de 35 años cada vez está más obsoleto.Hay cada vez más madres con 40 o más años. Menos mal aún tenemos más tiempo para pensar sobre esta decisión tan importante. Que lo plantees ya dice a tu favor mucho de tu persona. Muchos ni se lo plantean y tienen hijos como quien compra una camiseta.