No me malinterpretes…
No tengo miedo a volar,
Sino a que el vuelo quede corto y no pueda aterrizar.
No tengo miedo a empezar,
Sino a darme de bruces una vez más y romperme en añicos.
No tengo miedo a sentir,
Sino a que la otra parte finja lo que siente.
No tengo miedo a pelear,
Sino a que la herida nunca cierre.
No tengo miedo a detenerme,
Sino a que en esa parada me invada la tristeza heredada,
siempre acechando.
No tengo miedo a intentarlo,
Sino a que en la prueba pierda por el camino mis fuerzas.
No tengo miedo a que me decepciones,
Sino a que nunca me recupere del golpe.
No tengo miedo a que me hieras,
Sino a que, de tantas idas y venidas, con tanto dolor e indefensión,
me acabe hiriendo yo.