Parte de este poema tiene la colaboración de Matilde Muerza
No me pidas aún
que te olvide,
aún me dueles
Tú me hablaste – tú –
o te escucho
No me pidas que rompa las horas
que las emociones ahogaron
Tiempo, pienso, siento
aspiro la esencia del dolor
Desequilibro mis sentimientos,
la piel se contrae ante tu voz,
tus palabras aturden mis oídos
abandonada,
ausente
Esencia perdida del pasado,
animal salvaje del olvido
clavando su puñal en mis alas
Acurruco mi sangre
para luego soltar
ríos magenta,
llegarán al océano
Océano de emociones
tristeza hundida inmensa
en fondo largo y oscuro
Me borraste, pasado
40 de secreto
No me pidas aún
que siga inocente
que todo siga igual
No me pidas aún
que siga inocente
¡ya nada es igual!
Los colores son un invitado
negro frío,
sombra,
azul Prusia,
amarillo cadmio
Brazos egoístas
y crueles
Me entregaste
sin acariciar
Vaciar tu culpa
perdonarte de mí
No me pidas aún
que te deje de querer,
pues ese es tu peor castigo.