9:00 am. Suena el despertador. Alargo una mano temblorosa y lo apago. Sigo durmiendo. 9:20 am. Suena el despertador de nuevo. Vuelvo a alargar la mano y le doy al botón de detener. Intento incorporarme. Tengo a mi gata al lado, mirándome. Hela sabe cuando algo no va bien. Mis extremidades pesan y tengo la…
Redactoras























































































































































































































































