Este verano me pusieron la vacuna contra la COVID19. Al principio no aprecié ningún indicio, pero cuando me vino la menstruación experimenté ciertos cambios como aumento y dolor de pechos, náuseas y alteraciones en el ciclo menstrual.
Tras sufrir dichos síntomas decidí llamar a la Seguridad Social para contar lo que sucedía, y para mi sorpresa pude apreciar cierta indiferencia y poca capacidad de escucha. Lo justificaban con la posibilidad de un embarazo o alteraciones hormonales que podemos sufrir.
Cuando se lo comenté a varias amigas me dijeron que ellas también habían sufrido síntomas similares: periodos irregulares, otros que se retrasaban y abundante flujo. Estoy a favor de la vacuna y creo que es necesaria para ganar inmunidad, pero también considero que se debe escuchar a las mujeres para que los expertos puedan estudiar e informar de las consecuencias.
Carme Valls, endocrinóloga y autora de “Mujeres invisibles para la Medicina”, lleva décadas analizando cómo la ciencia deja fuera en la mayoría de ocasiones a las mujeres. Ella ha explicado que en los ensayos clínicos para la vacuna contra la COVID19 no quedó clara la diferenciación entre sexos ni si se tuvo en cuenta a las mujeres con esas diferencias.
¿Somos las mujeres el punto invisible de la vacuna?
Todavía es pronto para poder hacer conclusiones, pero considero que es necesario contar y atendernos.
Si el cuerpo habla, debemos escucharlo…
Totalmentre de acuerdo… desde que me vacunaron me viene la regla fatal dicen que esta quitando fertilidad en las mujeres esperemos que no sea asi.. gracias por comunicarlo