La mayoría de las personas tienen tanto miedo de entrar dentro de sí mismas. Tanto miedo de ver lo que realmente existe en su interior, tanto miedo de conocerse, tanto miedo de ver tanto de sí mismas que muy probablemente no les guste, y no lo quieran aceptar.
¿Es más fácil quedarse donde uno está y no querer mejorar?
Este tipo de personas prefieren quedarse en la superficialidad de lo que no son creyéndose sus propias mentiras, con el miedo al cambio que les invade, miedo a la verdad absoluta.
Prefieren quedarse en la queja, en la víctima y en el que dirán.
Que bonito sería proponer indagarnos todos desde que nacemos para ser mejores personas y seres humanos, que bonito sería si en vez de enseñarnos a estar afuera nos enseñaran a estar adentro, llenos de paz y amor.