Cuando amas y no eres correspondido duele.
Duele hasta el fondo de tu corazón,
y tu ego queda hecho pedazos,
pero cuando alguien te ama y no le correspondes,
dejas una herida que te duele en el pensamiento.
Te duele hasta el fondo de tu sistema límbico.
En ambos casos, se trata de duelo.
La cura está en ti.
En quererte, en sentirte valiosa, por mal que creas que lo has hecho.
En perdonar y en perdonarte.
En vivir sin tener nada pendiente