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Homenaje a mi abuela Dioselina

En mi mente ha quedado grabado el nombre de una mujer que, sin duda, ante los oídos de quienes la conocieron llamaba la atención, DIOSELINA CARRANZA, maravilloso ser humano que  ha dejado huella, es por esto que quiero compartir su historia de vida como homenaje de lo que represento en nuestra familia; es mi abuela materna quien nació el 11 de septiembre de 1.929 en Miraflores Boyacá, Colombia.

Dioselina,  hija de padres ganaderos, (Francisco y Margarita) fue la mayor de 6 hermanos, (Rosario, Edelmira, Carmenza, José Domingo y Ángel María),  Casada con José Honorato Ramírez, con quien organizo un hogar en el municipio de Sabanalarga Casanare, para la época se dedicaban a labores de ganadería y agricultura, vivieron en la finca campo alegre del municipio ya mencionado,  durante muchos años trabajó , estuvo presente en la crianza de sus  hijos, se conoce por relatos de quienes la conocieron que fue bondadosa y amable  con las personas que les ayudaban a las labores de la finca, fue  una mujer entregada a su hogar, no sé si fue realmente feliz, porque nunca le pregunte, y además porque dar un concepto de felicidad es ambiguo, y aunque su hogar se dio en medio de una cultura machista logro ser una mujer resiliente y de carácter,  pero si recuerdo que siempre Diosita hablaba muy bien del abuelo, con algunas anécdotas e historias que finalmente terminaba riéndose, es tan maravilloso recordarla, y contarles que fue tan valiente, e inteligente, tanto así que siendo una mujer analfabeta, se expresaba muy bien,  sus discursos al relatar historias eran sabios, elocuentes e interesantes, siempre con un tono de voz que reflejaba  seguridad. 

Cuando pienso en ella, mi mente solo tiene recuerdos agradables, como los mensajes el día de mi cumpleaños, cuando me cantaba y me expresaba todo su afecto, así lo hizo este último agosto, fue una mujer cariñosa que con una palabra que salía de su boca trasmitía respeto, ternura y autoridad,  puedo describirla como el ser humano elegido de Dios para dar a conocer lo que es el amor, la bondad y la valentía, porque así como su nombre lo indica “diosita” hace referencia al mensaje  que Dios quiso enviarnos a través de ella, hoy día entiendo todos sus comportamientos, pensamientos y acciones que solía tener, siempre la vi tan humana y perfecta, que por donde uno la observará siempre enamoraba y enternecía, con su forma de ser excepcional y con unos besos que daban calma, en ella nunca escuche la queja, a pesar de la situación difícil que pasara, porque sí, claro que paso momentos muy duros, dificultades económicas y de salud,  aun así,  siempre encontró en el poder de la palabra la fortaleza para seguir y salir adelante. 

Llego a vivir a Garagoa Boyacá, Colombia, desde el año 1988, Sus grandes y valiosas cualidades humanas fueron el amor y la paciencia, fue una mujer tierna, amable, sencilla, siempre preocupada por el bienestar del otro, amo la vida hasta el último momento siempre con la esperanza que la salud y las cosas mejorarían con los días.

Así lo relato una de sus hijas “Ella fue el centro de reunión y de convocar a todos sus hijos y demás familiares, siempre tenía una sonrisa y una linda palabra para cualquier persona porque desde el amor de Dios y su noble corazón comprendió el sentido de la palabra AMAR”.

El vínculo de la abuela Diosita con sus 12 hijos, se caracterizó por ser fuerte, aún en la distancia, siempre estuvo en los momentos de dificultad, con vocación de madre y con las virtudes necesarias para dar una voz de apoyo, y así fue como de generación en generación su historia fue transmitida y el lazo fortalecido con toda la familia, a sus 26 nietos,13 bisnietos, 1 tataranieto y que seguramente a través de sus memorias en un futuro también conocerán.

De la experiencia que vi de mi abuela,  puedo decir que no es fácil ser la figura mayor de un hogar, la carga emocional que se les transmite hace que se visibilice las emociones, por eso es importante que todas las familias empecemos a gestionarlas y hacernos responsables de nuestras situaciones y así alivianamos cargas a quienes más queremos y que hacen parte de nuestro entorno; la mayor bendición para un niño o niña son los abuelos y abuelas, es un vinculo para toda la vida, por eso hoy puedo decir con gran seguridad que mi abuela me dejo la mejor herencia, su humanidad estuvo reflejada en sus ojos, y siempre fue el hilo conductor para unir a la familia. Después de superar el COVID y de batallar con alternas afectaciones en la salud, hoy ella no está, el 09 de septiembre de 2023, a sus 94 años de edad se ha ido al cielo, pero se que esta en el mejor lugar celestial, y en nuestro corazón quedan los recuerdos, las risas, las conversaciones y eternamente vivirá entre nosotros, su familia. 

Hoy la extraño, toda la familia siente su ausencia, pero cuando hablamos de ella todos coincidimos en que ha sido el mayor regalo, el mejor ejemplo y el verdadero propósito de vida en este mundo. ¡Abuelita te atesoro por siempre en mi corazón, hasta que algún día nos volvamos a abrazar!

“Bendita la familia que honra a sus abuelos”

Papa Francisco
Nazly Kicel

Psicóloga. Ayuda a familias vulnerables con su Fundación Lazos y Alas.

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