Las españolas ahora son las nuevas jefas del mundo, y ¿cómo se llega a ser tan poderosa? Hoy en día los temas de seguridad, autoestima y empoderamiento se vuelven más frecuentes en las charlas entre nosotras. Cada vez más estamos reconociendo esa fuerza interna que poseemos y que hemos ignorado durante años. Entramos en una nueva era en donde nos ATREVEMOS a desempeñar y afrontar tareas que antes no imaginábamos poder hacer.
Atrás quedaron los días en los cuales nuestra única función era ser la célula de la familia, viviendo para y por ellos. Ahora el rumbo es distinto. Considero que, a medida que pasa el tiempo, estamos más convencidas de que nuestra capacidad de alcance es ilimitada, sobre todo, para ver realizados nuestros sueños y metas. Cada día, el miedo a lograr algo se hace más invisible y no tememos alzar nuestra voz.
El último informe de Wommen In Bussiness, publicado en Marzo del 2019, indica que España tiene más mujeres en puestos directivos que la media de la Unión Europea y el resto del mundo.
Suponiendo que la mujer española tiene ciertas características particulares que las hacen diferenciarse con el resto del mundo y que otros países deberíamos copiar para intentar superar este promedio.
Si bien es cierto que aún los hombres llevan la delantera en temas de salario y territorio ocupacional, el avance y el progreso de la mujer española frente a otros países es considerable y aplaudible, generando esperanza en todos los sectores.
Pero, la pregunta sería: ¿Qué hace que la mujer española alcance puestos de alto cargo? ¿Hay un común denominador para las mujeres ibéricas? Pongamos a prueba y estudiemos qué las hace tan diferente a la hora de trabajar:
Saben lo que se necesita: el detalle es fundamental a la hora de trabajar y para lograr los objetivos, por ello optimizan los procesos y buscan sus mejoras. Identifican qué le hace falta a su organización para avanzar. Son detectoras de errores, rastrean con el sexto sentido cuando las cosas no marchan bien. Combinan perfectamente su intuición femenina con su capacidad racional
¿Y por qué?: Sé cuestionan y cuestionan a los demás. Les gustan las explicaciones de todas las gestiones. Aunque tienen la respuesta, buscan saber si la gente que las rodea están en sintonía con ellas. Predictivas, se adelantan al peor escenario. Encajan perfectamente con el dicho: “mejor prevenir que lamentar”.
El “no importa”: Pueden llegar a dejar de lado espacio, tiempo y ocio por ver realizadas sus tareas. Saben que el éxito tiene sabor a sacrificio. En ocasiones esto puede traer sus consecuencias, pero un logro significa desechar cualquier tipo de distracción.
Firmeza y contundencia: No hay margen para la duda. Cuando creen efervescentemente en algo lo luchan y lo defienden. Cree en ellas. Se apoyan en hechos, datos, estadísticas y métodos para hacer entender que siempre tienen la razón.
Picardía: Después de exponer todo aquello en lo que creen, siempre finalizan y dibujan una gran sonrisa como parte de su firma personal. Puede estar diciéndote que todo puede irse por el descampado, pero no les falta una actitud imponente pero seductora a la vez.
Seguramente habrá más características por relatar o describir, y hasta nos dejará tema para escribir un libro, pero lo realmente importante es que todas las mujeres debemos tomar conciencia de la fuerza interior que tenemos, lo multitareas que podemos llegar a ser sin importar el continente en el que hayamos nacido. Intentemos resaltarnos entre nosotras mismas y así apoyar definitivamente el género como siempre ha debido ser.
