¡Vamos Irán!, que no solamente arda tu velo, sino tu alma. Que ardan todos los corazones y mentes e infundan miedo, miedo al opresor, miedo al arcaico, miedo al despiadado, al soberbio y al frío.
Vamos mujeres de Oriente, lejos de mi país, mi patria y mi idiosincrasia. Las entiendo, las compadezco y les aplaudo porque en mi país también se mueren mujeres todos los días, se mueren de diferentes formas, pero al fin y al cabo también las mujeres marchamos hacia la muerte.
México se pinta de morado, morado es el color de las protestas por tanto feminicidio. Hoy ustedes se pintan de rojo, ¡Que viva el rojo!, ¡Que viva el fuego! Que arda todo, que la llama ilumine a todo aquel que las voltee a ver.
No tengan miedo y si lo tienen que las empuje, existe una verdadera policía moral, no la que les hicieron creer, se llama mundo y hoy se encuentra atento a su penar.
Ánimo, fuerza, entereza mujeres que no están solas, desde distintas trincheras los demás danzamos al unísono y aplaudimos alrededor de su gran fogata.