El otro día mientras estaba preparando la comida, mi hija entró en la cocina, algo habitual, le encanta estar conmigo y ayudarme. En eso tengo suerte porque tanto ella como sus hermanos están siempre dispuestos a colaborar en todo con tal de estar conmigo, mientras yo muero de amor con estos gestos de cariño.
El caso que viene y me dice: – Mamá, he estado pensando, que el mundo nos ha dado el coronavirus para dejar que la madre naturaleza vuelva a ser como antes.
Os podéis imaginar mi reacción: primero sorpresa (mi hija de 10 años ¡toma ya lo que piensa!), admiración (¡como se expresa esta niña! olé), orgullo (¡si es que como se nota que eres mi hija! ¡Sigue así mi niña!) y luego le dije: – ¡Ay mi niña que razón tienes! Quizás la naturaleza necesitaba respirar un poquito. Como mamá siempre os dice, hay que ver el lado positivo a todas las cosas y eso es una de las cosas buenas, que se sacaran de toda esta situación que nos ha provocado el bichito.
Ella solita había hecho esa gran reflexión; si por algo digo yo que aprendo de ellos cada día. Esto lo pensó después de ver la noticia en la televisión: “La asombrosa transformación en Venecia”. La noticia hablaba de que habían mejorado las aguas de Venecia, ahora son azules y claras, incluso se apreciaba el fondo. Peces, cangrejos, patos, cisnes y hasta delfines se habían acercado a la ciudad de Venecia, incluso algunos de ellos paseaban tranquilamente entre los canales.
“Ha podido causar tanto daño y pérdidas en los seres humanos, y sin embargo a sanado la naturaleza”
A mi niña, le llamó mucho la atención esta noticia, porque habíamos estado allí el verano pasado y como no podía ser de otro modo, Venecia, nos fascinó. Así es que su cabecita fue reflexionando y pensando, cómo le hubiera alucinado haber visto Venecia llena de esos animales, en especial los delfines que son sus favoritos. Si Venecia es arte y belleza en cada rincón, visitarla estando todos esos animalillos por sus canales, hubiera sido ya para morir de altas dosis de hermosura.
El caso que todo esto a mi me hizo reflexionar y mucho. Sacarle el lado positivo a toda esta crisis, es el primer pensamiento y luego plantearme muchas cosas. Como que algo tan insignificante, como este agente a celular, ha podido causar tanto daño y pérdidas en los seres humanos, y sin embargo a sanado la naturaleza. Y es que el mundo entero ha parado de repente, ha parado de mandar emisiones de gases a la atmósfera, de contaminar las aguas. El cielo ahora es más azul y por tanto las aguas más cristalinas. Por eso la naturaleza ahora respira, puede hacerlo y lo hace tranquila.
Luego poco a poco he ido viendo otras noticias parecidas: cabras cerca de hoteles en Fuerteventura, delfines en Tenerife o ballenas en Santa Cruz de la Palma. Una me emocionó especialmente y es ver 97 tortugas carey, una especie de tortuga marina que se haya en peligro de extinción, naciendo en una playa de Brasil y esto ha sido posible gracias a la ausencia de bañistas.
“Porque la naturaleza en todo este tiempo va a sanar, a recuperar una salud perdida”
Por tanto, volví a ponerme a pensar, que poquito tiempo ha sido suficiente para que la contaminación caiga y la naturaleza se oxigene. Cómo en tan poco tiempo, esos animales han llegado a los lugares donde el ser humano los había desplazado. Y me pregunto: ¿Qué pasará con ellos cuando todo esto termine?
Porque, ¿no estarían ellos también asustados, cohibidos y confinados como nosotros? Y tenían las mismas ganas de salir y poder ir a esos lugares donde antes iban, igual que nosotros ahora, de sentarnos en una terraza a disfrutar una rica cerveza fría.
Ahora es el momento de pensarlo, de buscar alguna alternativa a nuestro constante aporte a la contaminación diaria. Porque la naturaleza en todo este tiempo va a sanar, a recuperar una salud perdida. ¿Será con eso suficiente?
Cuando todo esto termine, nosotros afortunadamente estaremos sanos y la naturaleza también. Por lo tanto, partiremos de cero los dos y tendremos que empezar a ser consecuentes, a no dañar a la que es nuestra madre naturaleza. Habrá que seguir empleando métodos para evitar esa contaminación. Habrá que seguir luchando.
