“Hoy vamos a crear una Tribu en este espacio, quiero que hoy nos vayamos de aquí con ganas de escribir, decir todo aquello que no nos atrevimos a decir y un poco más valientes. Por eso vamos a crear entre todos un relato de Escritura en Vivo durante el espectáculo. El relato empezará con: paraVALIENTES… A medida que vaya avanzando el texto, no hay que leerlo todo, hay que seguir el hilo justo con lo que nazca espontáneo de la frase anterior”. Así presentaba la actividad de Escritura en Vivo Mer Calduch aquel día y hoy lo compartimos con todos:
“Para valientes el amor mueve continentes, son las alas que te hacen volar. Mirar a los ojos del otro profundamente siguiendo esa dirección, la del tiempo, imparable, esperando ser el último grano de arena.
Amar a sabiendas, con todo, expandirse, trascender lo conocido. Quiero que te veas como yo te veo, también es la huida si es para una vida mejor.
La valentía la encontré en tu mirada. Tu mirada antes de irte, el no volver a mirar atrás. Gírate. Vamos, mírame. Vamos, silencio. Quiero bailar toda la noche con tus pestañas. Hay esperanza para las grandes historias y hay puntos y seguidos, y finales, y comas y da igual.
Cuida de ti y de los tuyos. Cuida, siente y llora. Y el mundo vuelve a fluir, como aquella ciudad que nos salvó del miedo. El “bla bla bla” habla mucho más de lo que puedes decir, efectos procesales de la demanda. Yo que soy de estar solo, pero contigo soy uno. Con la mirada fija al horizonte, perdida en la profundidad del camino.
“Te veo, te siento, nada más existe, sólo tú”
Y ahí entendí que aprender a mostrarme vulnerable me convierte en la mujer que quiero ser, porque nacemos para ser felices y no perfectos.
Cuando tengas un momento crítico en la vida, cierra los ojos y mezcla el corazón y la razón… Si conmigo nazco, conmigo muero. En ese momento, lo único que tengo que hacer es estar conmigo.
Valientes los que aún, cuando la vida estruja el alma, tienen una sonrisa para el mundo”.
Todos y todas fuimos voz en paraVALIENTES y la suma de vuestra poesía hizo mágico ese encuentro. Desde el equipo de Bikiniburka.org os damos las gracias por este artículo a unas setenta manos.