Fallece a los 80 años la científica española Margarita Salas Falgueras
Las palabras que mejor definen su trayectoria son las de mujer científica y pionera. Margarita Salas Falgueras quien dedicó su vida al campo de la investigación bioquímica y biología molecular, fue una de las primeras mujeres licenciadas en Química por la Universidad Complutense de Madrid en 1963. Su inquietud por la ciencia la trasladó hasta el Departamento de Bioquímica de la Universidad de Nueva York donde realizó su trabajo de postgrado junto al científico Alberto Sols. Pionera en el descubrimiento del ADN polimerasa producida por el virus bacteriófago Φ29, que patentó con su marido, el también científico, Eladio Viñuela en el año 1989.
“Severo Ochoa quien encaminaría a la joven Margarita por la rama de la bioquímica”
Margarita Salas nace en Canero, un pequeño pueblo costero de Asturias el 30 de noviembre de 1938. Bajo la influencia de su padre, médico y primo político del reconocido científico Severo Ochoa quien encaminaría a la joven Margarita por la rama de la bioquímica. En el último año de carrera conoció a su compañero de vida y laboratorio, su marido Eladio, “un hombre inteligente, guapo e interesante” según su esposa. Tras años de investigación en conjunta, Eladio decidió desvincularse de los estudios de Salas para así demostrar las capacidades de una mujer para dirigir un proyecto. “A partir de ahí fue cuando conseguí ser una científica con nombre y no solo la mujer de”, respondía Salas en una entrevista para Diario Sur.
Una mujer en territorio de hombres, la escasez de investigadoras provocó su discriminación en el trabajo, sin embargo, la discípula de Severo Ochoa llegó a reconocer a la revista Jot Down que el premio Nobel en Fisiología y Medicina le trataba “como persona, independientemente de que fuese mujer”. Tras pasar tres años investigando en el laboratorio Ochoa de Nueva York, en 1967 regresa a España junto a su marido, trayendo consigo los conocimientos sobre biología molecular. Un año más tarde, comenzó a impartir clases de Genética Molecular en la Facultad de Químicas de la Universidad Complutense de Madrid, hasta ser nombrada docente de Investigación en el Centro Biología Molecular Severo Ochoa.
“Hasta la actualidad ha sido la mejor científica española”
La infinidad de títulos y premios que le han sido otorgados la convirtieron hasta la actualidad en la mejor científica española. Medalla Principado de Asturias (1997), Premio Helena Rubinstein-UNESCO “Women in Science” (1999), Premio a la Excelencia Química por el Consejo General de Colegio Oficiales de Químicos de España (2000), directora del Instituto de España (1995-2003), doce veces nombrada honoris causa por diferentes universidades nacionales, título de Marquesa de Canero, sumado a un largo etcétera que consta en su currículum. Su último premio, al Inventor Europeo 2019, con la patente más rentable de toda la historia del CSIC.
“Primera mujer española de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos”
Ha sido miembro de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, de la Real Academia Española. Como contribución al estudio molecular, entregó los apuntes de genética realizados durante su estancia en Nueva York al Instituto Cervantes, el director del centro, Juan Manuel Bonet, gratificaba su donación afirmando que “la presencia de la ciencia en la RAE, así como en el Cervantes, es beneficiosa”.
Primera mujer española de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos, para Rosa María Méndez, presidenta del Consejo Superior de Investigación Científica (CSIC), Margarita es y será siempre la mujer que “inició y desarrolló el área de la biología molecular en España”. La ‘Marie Curie española’ así es como la llamaba José Elguero, presidente y compañero de Salas en la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, quien no olvidará los grandes aportes de la asturiana a la ciencia, no solo nacional sino mundial.