Viaje a La Luna

Aterrizar en La Luna. Inesperadamente. Emprender un viaje a otro planeta donde se perdieron algunas leyes, no solo la de la gravedad.

Pisar cráteres de arena volcánica dejando huellas contorneadas sin expectativas racionales o irracionales; solo con el corazón abierto para vivir una experiencia profundamente anhelada que en el pasado parecía efímera, inalcanzable, incierta.

“Un lugar mágico. Casi irrepetible. Casi incomprensible”

Descubrir un lugar perdido donde la paradoja se cruza voluntaria atravesando ideas preconcebidas con espadas de luz blanca, opaca, levemente violeta, propiciando el momento perfecto. Entendiendo que el destiempo no era tal, sino todo lo contrario. Los tiempos los dicta una fuerza superior sobre la que no tenemos ni un ápice de control. 

Una explosión al más puro estilo Big Bang en medio de la nada, donde en algún punto de la historia fueron engendradas palmeras arábicas, huérfanas en la aridez de un desierto casi absoluto, a veces interrumpido por una amalgama de vegetación salvaje impregnada de colores imposibles. Un lugar mágico. Casi irrepetible. Casi incomprensible. 

Ver paisajes desde perspectivas superiores a través de filtros polarizados de última generación estampados con iniciales de más de veinte años de antigüedad. Vistas áridas extra-espaciales: Una convergencia surrealista entre Marte y el Viejo Oeste, donde vuelan gaviotas sobre mesetas rocosas y montañas silueteadas por carreteras perfectamente asfaltadas. 

La sensación irrepetible de bajar hacia el centro de la tierra envuelta en un hilo de luz violeta a determinados kilómetros por hora mientras decidía, voluntariamente, cruzar una línea que al final era menos inquebrantable de lo que parecía. 

“Cómo es posible ver una puesta de sol desde La Luna”

Los paisajes quedaron atrapados para siempre en mi retina pero la perfecta elección del partenaire marcó la diferencia, haciendo de la travesía una experiencia inspiradora. Existen personas elevadas espiritualmente que consiguen sacar a flote lo mejor de otras. Almas antiguas que te guían a través del trayecto hacia tu ser superior. 

Pasada la página, me atrevería a calificarlo como uno de los viajes más profundos que he vivido en términos espirituales. De los encuentros más importantes que he tenido conmigo misma a través de una conexión empírica con la tierra y el agua. Preguntándome de vez en cuando, cómo es posible ver una puesta de sol desde La Luna.