¿No les ha pasado alguna vez que os enteráis de algún problema del mundo y les llega un fuego por dentro que los impulsa a hacer algo?
Creo que todos hemos sentido ese fuego, pero hemos tratado de callar esa voz, tal vez porque creemos que no somos capaces, o sentimos que ya tenemos muchas responsabilidades. A mí me paso, estuve estancada por que pensaba que no tenía tiempo y lo dejaba para “después” que nunca llegaba.
Me llamo Tatiana, soy colombiana, tengo 15 años y vivo en Bogotá, es un país hermoso con una gente increíble, pero como cualquier país latinoamericano tiene muchos problemas y entre esos, el desperdicio de comida. Un día estaba viendo un video de una familia campesina y algo que ellos mostraban y que me generó más impacto fue el desperdicio que ocurre en el mismo campo, un tercio de la comida que se desperdicia es mayormente por razones estéticas. Los intermediarios no compran parte de los productos simplemente por una razín estética. Sin mencionar que en los supermercados también se bota comida, por una mala gestión de stock… en toda la cadena de suministro tira alimento.
Un tercio de la comida que se desperdicia es mayormente por razones estéticas
Al mismo tiempo que se tira tanta comida una piensa, ¿cuántas personas están luchando día a día por un plato de comida? ¡Y la comida se está desperdiciando desde su cosecha hasta que llega al consumidor! Había que hacer algo. Así que me comprometí, y empecé una idea para poder llevar el alimento a la gente más vulnerable.
Mi mamá encontró una noticia donde mostraba a Álvaro Cuadrado con sus proyectos, y todo cambió. La noticia hablaba de su trabajo de impacto social y conocí HambreCero.es, investigué más sobre él, vi una charla suya y sentí que era la oportunidad perfecta, vi que era cercano y que decía “la valentía siempre tiene premio” y el escribí por Instagram. Después de una semana me contestó y me dio su número para que habláramos por WhatsApp. Hicimos una llamada, le conté mi idea y me dijo que le había impresionando, que quería hablar con mi madre y trabajáramos juntos, le daba igual mi edad y confiaba en mi pasión.
Mi mamá encontró una noticia donde mostraba a Álvaro Cuadrado y sus proyectos de impacto y todo cambió
Me dijo que ya habían hecho acciones en Bucaramanga (Colombia) repartiendo alimento con la Policía Nacional y con Judy Grisales, me asesoró sobre los primeros pasos y así que empecé buscando un donante, en los supermercados de barrio, empecé a preguntar, recibí muchos noes, pero Álvaro me dijo que cuando consiguiera el primer donante el resto vendrián detrás, que la persistencia me haría crecer, que aprendiera de cada no y que disfrutara cada paso, entonces pregunte en una tienda y me dieron una donación. Estaba súper nerviosa porque ahora tenía que encontrar una familia (que aún no tenía). Así que me contacté con una orientadora de un colegio y ella se contactó con unas familias, y por el camino encontramos unos inmigrantes venezolanos que también necesitaban ayuda alimenticia y de ahí salió nuestra primera entrega y desde entonces no hemos parado.
A HambreCeroColombia aún le falta mucho por recorrer, pero felizmente estaré aquí para irlo llevando paso a paso y poder seguir implementando mis ideas, a más personas y de pronto más adelante al campo. Y así es como una chica de 15 años trajo a HambreCero.es a Bogotá.
Hola Tatiana: he leído tu artículo, he conocido tu historia y sólo tengo un comentario que hacer: ENHORABUENA. No pierdas nunca la pasión ni la osadía, el mundo sólo lo cambian l@s valientes. Abrazos desde Tenerife.