Hace ya veinte años que comenzó nuestra relación y quien nos iba a decir entonces que duraría tanto. Tú ya tenías algunos años y otras experiencias. En cambio, yo era apenas una adolescente que llegaba desde lejos, cargada de sueños e ilusiones. Pese a ser tan diferentes nuestro amor fue a primera vista, congeniamos desde el mismo instante en que nuestras vidas se cruzaron. Te conocí y comencé a respirar.
Cuando nos conocimos me diste nuevas amistades, tan iguales y tan diferentes a mí, pero amistades en mayúscula. Son las que aún perduran en esta historia que solo nuestra. Por eso se que son de las de verdad, porque a pesar de todo, de las circunstancias de cada una, de los kilómetros que nos hayan podido separar o nos separan, tras veinte años son las que lloran y ríen conmigo, con nosotros.
“Soñamos cosas imposibles en el ya desaparecido Mercado de Fuencarral”
Contigo conocí muchos rincones nuevos. Calles, bares, plazas…, lugares que me transportaban a un mundo que yo desconocía y en el que encajaba casi como la pieza de un puzzle. En esos momentos sentía que era lo que estaba buscando, lo que me faltaba para completarme como persona. Tú me lo diste.
Paseamos juntos por la calle Fuencarral, yo casi obnubilada por las tiendas tan increíbles que bordeaban sus aceras, tú guiándome por ese nuevo camino. Soñamos cosas imposibles en el ya desaparecido Mercado de Fuencarral. Hubo muchas noches en vela, quizá porque estábamos de fiesta, quizá porque reíamos, quizá porque lloramos. Siempre llegaba el amanecer, un nuevo día en el que comenzar.
Me paro a pensar en nosotros, en esta relación que se alarga tanto tiempo y que no quiero que acabe. Hemos tenidos nuestros más y nuestros menos, pero siempre nos hemos perdonado, hay una conexión entre nosotros inquebrantable, lo sé, lo siento dentro de mí, en mi corazón. Me haces feliz. Se que hay gente que no lo entiende, pero no me importa, nunca me ha importado. Esto es solo entre tú y yo.
“Hace veinte años que nos conocimos y sigo enamorada de ti como el primer día”
En este tiempo nuestra relación ha cambiado, hemos crecido, hemos madurado, ya no hacemos las locuras de antes (aunque se que contigo siempre hay lugar para hacerlas). Ahora nuestra relación es diferente, quizá mejor o quizá peor, pero es nuestra.
Todavía miro al cielo y descubro nuevas cosas, cierro los ojos y me siento más de ti que nunca. Hace veinte años que nos conocimos y sigo enamorada de ti como el primer día. Solo puedo darte las gracias, por todo lo que me has enseñado, por todo lo que me has dado. Por todo eso, SIEMPRE Madrid.
bellísimo!!
Que bonito!!
Me encanta tu artículo. Es más, me emociona., refleja lo que he vivido no durante veinte, sino durante cuarenta y tantos. Hay que romper con él viejo tópico de que el amor no es eterno.
Muchas gracias por leerme y sobre todo me alegra mucha que os haya gustado tanto :))