Siempre que sale una conversación sobre Autoconcepto recuerdo la famosa frase de Mufasa a Simba: “¡Recuerda quién eres!”
Muchas personas no saben qué es exactamente el Autoconcepto. Bien, aquí os voy a explicar lo que es para mí: El autoconcepto es esa imagen que hemos creado de nosotras mismas.
Una imagen cambiante, dependiendo del momento y la situación dónde nos encontramos. No saber definir nuestra propia imagen puede hacernos sentir perdidas en cierto momento, como cuando a Simba le habla Mufasa desde las nubes y no sabe muy bien ni quién, ni qué, ni cómo es ¿recuerdas?
“No solo hablamos de una imagen a nivel visual”
También hace referencia a los pensamientos que tenemos sobre nosotras mismas, las ideas globales con las que nos definimos, el afecto que sentimos por nosotras, cómo nos comportamos, etc. Además, puede estar influenciado por cómo nos ven los demás y las actitudes que tienen hacía nosotros, por ello es importante trabajar mucho en él y en nuestra autoestima.
El Autoconcepto sirve para definir la imagen del “Yo”
El Autoconcepto, saber quién somos y cómo somos, es especialmente importante en nuestras vidas, dirige nuestra manera de relacionarnos con el mundo y permite que interpretemos los eventos que suceden tanto fuera como dentro de nosotros mismos desde una propia perspectiva.
Tener un autoconcepto positivo y adaptativo generará más sentimientos de capacidad y repercutirá en una autoestima más alta y más sana. Para poder llegar a ese estado positivo es súper importante el autocuidado y un diálogo interno en el que nos hablemos desde el amor y el respeto, cuidando de nuestra esencia y recordando quién somos y todo aquello que somos capaces de conseguir.
Para empezar a trabajar con el Autoconcepto, realiza una lista y escribe en ella “Cómo soy”, rellénala con 5 adjetivos que para ti te definen y luego pregunta a tu alrededor “Como me ves” y que hagan la misma lista. Reflexiona acerca de las diferencias y de si te sientes identificada con lo que te han dicho o si no, y trabaja mentalmente en ello. Las diferencias pueden sugerir que nuestro autoconcepto no es del todo claro si estamos expresando algo con lo que no nos sentimos identificadas. En ese caso, deberíamos seguir ahondando en cómo somos y cuál es nuestra esencia y que factores externos o internos están haciendo que no expresemos lo que verdaderamente sentimos que llevamos dentro.