La primera ministra de Nueva Zelanda, la laborista Jacinda Arden, ha anunciado su inesperada dimisión. Dejará su cargo el próximo mes de febrero por “falta de energía“, comentó Arden durante la rueda de prensa. “Se puede ser amable y fuerte, y también ser el tipo de líder que sabe cuándo es el momento de marcharse”, recalcó la primera ministra para así justificar su decisión.
En agosto de 2017, Arden ganaba las elecciones con el Partido Laborista obteniendo la mayoría absoluta (49,1% de los votos), para convertirse con 37 años en la líder más jóvenes a nivel mundial, quien en su programa electoral incluyó la plantación de 100 millones árboles. A sus 42 años, y tras vivir “los 5 años y medio más gratificantes” según Ardern, aclara que le gustaría pasar más tiempo con su hija, Neve, y poder casarse finalmente con su prometido, Clarke Gayford.
La primera ministra neozelandesa tuvo a su primera hija en el año 2018, convirtiéndose así en la segunda mandataria en dar a luz en el cargo, casi tres décadas después de la ya fallecida primera ministra de Pakistán, Benazir Buhutto, quien se enfrentó a duras críticas en 1990 por dar a luz mientras ostentaba el poder.
Durante su mandato se ha tenido que enfrentar a rigurosas situaciones como la pandemia del Covid-19, que por ende, fue nombrada como una de las mejores gestiones a nivel mundial, los atentados en dos mezquitas de Christchurch en 2019 (con 51 fallecidos) donde aprovechó para generar un mayor control sobre las armas, así como la erupción del volcán Whakaari.
Arden, como icono feminista siempre trató de normalizar su rol como madre y líder con decisiones icónicas como acudir con su hija, cuando a penas era un bebé, a la Asamblea General de la ONU (Nueva York, 2018), un hecho inusual que sorprendió en todo el mundo.
Una verdadera líder “sabe cuándo irse”, Jacinda Arden dará paso a un nuevo sucesor, confiando en que su partido “ganará las elecciones”, recalcó en su rueda de prensa.