Soy cabezona, mucho, y me cuesta mucho dar por finalizadas batallas que están perdidas antes de ni siquiera empezar, pero esa cabezonería también me ha hecho conseguir muchas cosas (entre ellas mi primer LUISVI -guiño publicitario-).
Total, a lo que iba, que también soy un poco dispersa, cuando algo se acaba, no (me) obceco en buscar motivos, y culparme a mi misma inevitablemente… No hay culpables, la putada es encontrarte con alguien que sea un “incapacitado emocionalmente”… y tampoco es su culpa. Acaso, ¿le pedirías a un cojo que corriese una maratón? Pues eso, no se pueden pedir peras al olmo, ni hay alguien que no sabe gestionar sus sentimientos que sea tu compañero
Da pena, mucha, pero cero inseguridades y culpabilidad, ¡por favor! Todos deberíamos venir con un chip introducido de “responsabilidad emocional/afectiva”, pero no es así, asumámoslo (y cuánto antes mejor). Una vez aceptas eso, es todo más fácil, lo que tenga que pasar hasta llegar a ese punto cuesta y es duro, pero todo llega.
Una vez que lo consigues también consigues paz.