Es increíble como el exceso de las cosas acaban con su extinción,
acaban con su opuesto,
tanta felicidad que ya nada te da felicidad, falta algo,
tanto dolor que ya nada duele,
tantos sentimientos que ya no los tienes.
Pero queda eso,
eso que te hace sentir,vivir,
eso ya no sirve si estas muerto por dentro,
cuando ya no hay más restos que recoger,
muertos vivientes caminando en la noche,
ese punto en el que ni eso es suficiente,
serás suficiente por mil vidas más.
A lo mejor sí tenemos un camino,
pero la pregunta es cómo levantar un castillo de sus ruinas,
pilares imprescindibles caídos,
se necesita vaciarse, ¿eso de lo que estás lleno?,
sólo sentirás plenitud con tu vacío,
lleno no dejarás hueco para esta.
Adela,
Me he sentido súper identificada con tu reflexión. Aveces, con el pasar de los años nos hacemos inmunes al dolor. Creamos anticuerpos a ese vacío al que acabamos acostumbrándonos porque las metas y las expectativas parecieran ser espirales de espinas.
Saludos!
MC
Me encanta!!