Te siento de una manera intensa cada vez que mis ojos leen tus letras… parece que no te haya tocado nunca, pero no olvido esos momentos fundidos en un solo cuerpo, tus enseñanzas, tus ordenes y tus debilidades suenan tan dentro de mi, que no consigo revelarme a esos mandatos diarios que a veces resuenan en mi cuerpo.
Sueño con la sumisión que producen tus encantos, sueño con ese momento al hacerme tuya, sueño con esa fuerza de tu cuerpo sobre mi arrastrándome al más puro placer, al desenfreno, al deseo eterno de tu cuerpo. Hoy de nuevo muestro esa debilidad, la debilidad que me lleva a que seas el único pensamiento que perdura en mi sexo, el único pecado que quiero para mi cuerpo.
Y así me redescubro como mujer, y así vuelvo a ser yo, me destapas mi sexo cada momento que apareces en mi mente, cada noche que apareces en mi.
Cama…. tiemblo al verte y descubro que solo tú me haces estremecer, solo tú humedeces mis sentidos con tan solo tocarme… Eres tú quien me lleva a conocer mi sexto sentido.
Hoy, camino a la ducha pensándote, acerco el agua caliente a mi cuerpo, esa que recorre mi cuerpo al igual que tu recorres con tus dedos cada milímetro de él, y solo pienso en tu olor, y solo pienso en tus besos, y ahí, en ese momento… suspiro desenfrenadamente. Me agito descontroladamente y no puedo parar, no puedo poner fin, hasta que escucho que llaman a mi puerta y te siento cerca…. demasiado cerca.