Sal al mundo. Ponle azúcar. Pierde el miedo. Acepta otras maneras.
Escucha tu intuición. Sigue a tu corazón. Aprovecha los recuerdos. Crece.
Aprende cosas nuevas. Ilusiónate. Llora. Folla. Lame heridas. Lee poesía.
Coge aire. Estudia. Trabaja. Entrena. Pasea. Vacía la mochila.
Juega a eso que tanto te gusta. Abre ese vino que este tiempo has guardado.
Brinda aunque estés sol@. Choca copa con copa y bébete las dos.
Te lo mereces. Lo sabes.
Pon música. Sube el volumen. Baila y canta en tu salón.
Aprovecha ese don. Sea el que sea. Cultívalo. Manda a la mierda. Quiérete.
Grita en medio de la nada si tienes necesidad de todo. Suelta. Libera.
Observa a los tuyos que no son eternos aunque hoy te lo parezca.
Aprende a contar, solo así sabrás sumar y evitar a los que restan.
Multiplica besos y deseos. Mira a los ojos. Declárale tu amor.
Olvida -a veces- las estupideces que tiene esta vida y los que la vivimos.
Encuentra paz en algunas guerras. Vence tus batallas.
Ponte el cinturón. Cambia el ritmo. Frena. Acelera.
Evita siempre hacer daño al resto. Ponte un pendiente. Hazte un tatuaje.
Vete de viaje. Sé fiel a ti mism@. Sal de tu rutina.
Gestiona tus principios. Cuida los finales. Elige destino. Piensa y haz una locura.
Busca y encuentra tus propios motivos. Respira. Evita. Ignora. Perdona.
No guardes cosas, colecciona momentos.
Abraza. Come. Reza. Ama. Siente. Ríe. Sana.
Disfruta con pasión. Agradece. Todo fluye y se transforma.
Vive, el mundo también es tuyo, convierte lo que te duele en arte emergente: danza, poesía, pintura, humor, cine, fotografía, libros, esculturas… lo que sea, aunque sean locuras, todo ayuda, todo cura.