Pero sonríele al presente.
Pero perdónate.
Pero celebra un sábado aunque sea lunes.
Pero hazle el amor a la vida.
Pero hazle la guerra a la maldad.
Pero alíate con las piedras de tus senderos.
Pero ponte del revés la coraza de acero
y rocíate un perfume que rompa miedos,
que huela a verdad,
a derroche de ganas de volver a empezar,
a confianza,
a manos de sabiduría,
a certero.
Pero…
𝑷𝒆𝒓𝒐 𝒏𝒖𝒏𝒄𝒂 𝒓𝒐𝒎𝒑𝒂𝒔 𝒂𝒍𝒎𝒂𝒔.
¡Pero nunca!