De un día para otro cambias
Y de repente se esfuma cualquier palabra que prometiste
De un día para otro olvidas
Y esa frase de “nunca podré agradecerte tanto” deja de ser pronunciada
De un día para otro desapareces
Y rompes de un plumazo todas esas ausencias que llenaste
De un día para otro me planto
Y ceso en el empeño por salvar lo que un día fuimos
De un día para otro me canso
Y atrinchero como defensa a la frialdad que muestras
De un día para otro me detengo
Y caigo al fin en la cuenta de que no me mereces.