Desarmado ya el discurso manido y obsoleto que nos ponía a competir entre nosotras, es ya innegable que las mujeres nos hemos unido. Entre desconocidas nos hemos reconocido en un miedo común. Aprendimos a caminar en el terreno pantanoso del abuso de poder y la violencia sexual, callando por vergüenza, por culpa o por temor…
Redactoras























































































































































































































































