Un rayo de luz golpeó los párpados de Julián. Abrió los ojos. Tardó unos largos segundos en recordar la última realidad, aquellos instantes anteriores a caer en un profundo sueño. Al darse cuenta de dónde estaba, volvió a cerrar los ojos y se lamentó por haberse dormido. ¡Ojalá hubiese podido vencer al sueño aquella noche…
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