Tu ombligo y el mío, ahora independientes, mirándose en el mismo horizonte. Uno frente al otro. Te escucho con admiración mientras me veo reflejada en tus ojos, que a veces confundo con los míos. Finalmente todo encaja tras una eternidad buscando el verdadero sentido de la vida. Todo se esclarece. Lo tengo delante de mí:…
Redactoras