Empezaré a amarme de nuevo, miraré ese cuerpo, admiraré mi alma, besaré unos labios donde comprobaré cada sutil palabra, acariciaré unos pómulos que necesitan de caricias suaves, recorreré mi pelo y entrelazaré los dedos llegando al cuello, donde deslizaré una lengua calmada ansiada de alma. Me hablaré y me diré todo lo que merezco, imploraré…
Redactoras