Bailo ballet. Una pieza delicada.
Giro, brazos, salto, puntas.
El suelo brilla y se parte en mil pedazos.
Frágil hielo lo que creí mármol.
Y caigo.
Caemos todos.
Al frío infierno, ¿o acaso ardía?
No lo recuerdo, quién lo diría…
Porque como todo, se olvida.
¿Qué pasa entonces con los recuerdos?
Que se desfiguran con el tiempo, se moldean, se disfrazan y solo quedan en una esquina, en un frasco de esos de cuento de hadas los que de verdad te enseñaron algo.
Porque de qué vale el paso por el averno si sales sin un rasguño.
De nada.
Agradece que el tuyo fue de peli y manta.
Y cambia.
Precioso poema. Punto de partida para una reflexión profunda. <3