El 12 de febrero de 1809, nació Charles Darwin, coincidiendo con su cumpleaños desde 2003, se celebra el “Día de Darwin”.
Charles Darwin es conocido por su aportación a la ciencia, en 1859 publicó con pruebas convincentes su libro “El origen de las especies”, después de muchos estudios y observación de diferentes animales, llego a la conclusión de que todos los seres vivos han evolucionado a partir de un antepasado común mediante un proceso de selección natural.
Durante años los científicos, investigadores y médicos discutían en los clubs de hombres sobre “La teoría de Darwin” que afectaba y mucho a la moral religiosa de la época, donde la creación era toda cosa de Dios. Darwin era un ferviente católico, no investigó sobre la creación de las especies, si no sobre su evolución, supongo siendo creyente, no debatiría sobre nuestro primer funcionario, Dios….¡Trabajó 6 días y descanso toda la eternidad! Tampoco había pasado nada si acaba en 15 días esta maravillosa creación del mundo, las prisas no son buenas, imaginaos el sexto día, estaría dios todo contento, había echo los mares, las montañas, casi todos los animales, pero a 5 minutos de fichar se da cuenta, que va justo, muy justo de tiempo, así que coge varias especies las junta y crea el ornitorrinco. Si es que las prisas y a un minuto de fichar faltándole aún por crear otra especie, mira a un lado ve una hormiga, mira al otro lado, ve uno oso, pues ya está el oso hormiguero. Podía haber empleado un poco más de tiempo, dejar todo mejor organizado, porque eso de que somos a su imagen y semejanza es discutible. Ahí os quedáis, apañaros con trabajo y sudor hasta el fin de los días, aquí nos dejó a medio hacer.
Bueno al final no hemos salido tan mal, ¿no? Aprendimos poco a poco, hasta llegar a nuestros días, donde además de evolucionar nos hemos vuelto todos gilipollas.
“Entre polvo y descubrimientos fuimos evolucionando, adquiriendo más conocimientos, más vocabulario y más capacidad de pensar”
Pensar en esos primeros neandertales, tan sencillos, en sus cavernas, con cuatro gritos se entendían, luego polvo mucho polvo, cuando los hombres querían sexo. enganchaban a la mujer de los pelos y la arrastraban a la cueva, la polvareda que se montaba alrededor se veía por todo la tribu. Entre polvo y descubrimientos fuimos evolucionando, adquiriendo más conocimientos, más vocabulario y más capacidad de pensar, aunque en algunos casos esto de pensar no ha evolucionado con ellos o ellas. No fue hasta bien entrado el siglo XX y gracias a la paleoantropoligía, se incluyó a la mujer como especie evolucionada por sí misma, hemos tenido suerte, por fin nos hacen hueco en la historia, teniendo en cuenta que los mayores logros empezaron con hombres, para hombres, haciendo cosas de hombres, con todo el protagonismo de la evolución. Si evolucionamos procreando, ¿cómo pueden los hombres por sí solos haber llegado tan lejos?
“Está claro que los escritos de la época eran androcentristas, el hombre, no la mujer, es el centro de todo”
Son muchos años de evolución en la sombra, relegadas siempre a trabajos del hogar, procrear y criar los hijos, mientras ellos los caballeros se marchaban de cruzadas, embarcaban durante años o eran científicos de renombre.
Así pues podríamos decir que en la teoría de Darwin, se manifiesta claramente el machismo relevando a la mujer siempre a un segundo plano. Darwin sostenía que los hombres habían adquirido antes la capacidad de pensar y se lo habían enseñado a las mujeres para otorgarles alguna capacidad útil en la evolución, es decir, nos necesitaban para procrear y tener varones evolucionados, durante nuestra historia esto ha sido siempre la norma, el hombre omnipotente y la mujer por detrás.
Las mujeres no elegían a su esposo, eran clasificadas por categorías como otra especie aparte menos evolucionada, de echo Darwin eligió a una prima suya para desposarse, siguiendo con la teoría de su libro, para investigar y estudiar a la especie humana. Tuvo 10 hijos los cuales morían jóvenes o tenían alguna incapacidad, esto echaba un poco por tierra su creencia de que la consanguinidad era beneficiosa para la evolución, si no más bien lo contrario.
Sabemos, gracias a estudios biológicos y biométricos, que la teoría de Darwin tiene muchas fisuras, lógicamente en la época que fue escrita, era toda una revelación, de hecho aún sigue siendo la base de muchos estudios científicos.
La creación y la evolución, siempre nos a fascinado, ya sea por creencias religiosas, científicas o extraterrestres, todas las culturas durante todos los tiempos han buscado respuestas y han indagado sobre todo lo anterior.
“La comunidad científica nunca deja de investigar buscando restos y pruebas de cómo llegamos, cómo vivimos y cómo hemos evolucionado”
El otro día, leía un articulo sobre el hallazgo de un chicle petrificado de hace 3.000 años, impresionante, ¿verdad? pues aún más impresionante ha sido descubrir que lo masticó una mujer joven, rubia, de ojos azules. La primera vez que se nos da importancia en algo evolutivo, aunque sea solo por masticar chicle, eso si, el primer chicle de la humanidad.
Darwin falleció el 19 de Abril de 1882, dejándonos libros e investigaciones que han sido la base para fundamentar el principio básico de la evolución , no llegó a saber que dicha evolución puede ser muy lenta o muy rápida dependiendo de cada organismo y que la mayor causa de evolución son las mutaciones genéticas. Se han debatido muchas teorías, siendo solo hipótesis ya que aún no se ha podido demostrar al cien por cien, toda la creación y la evolución posterior de los seres vivos. Al igual que en la selección natural las ideas van y vienen, sobreviviendo las que más se adaptan a la realidad de cada momento y circunstancia.
No se puede explucar mejor
Una gran reflexion con mucha razon y logica
Me ha encantado, muy buena tu argumentación sobre el machismo y la evolucion en el artuculo. sigueme sorprendiendo amiga mía.